Movilidad Eléctrica Explicada a los Niños. El arte de los niños es realista. A Tomás (6) le entusiasman los carritos, y dibuja en un papel por centésima vez ¿qué más? una carrera de carritos. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Bólidos de todos colores dan la curva en un circuito de crayón negro, unos van por delante y otros más rezagados. Fuera de la pista hay árboles verdes, un perro, un caballo y otros niños, como el mismo, animando a los pilotos.
— “¿Quién va ganando?”
— “Rayo McQueen”, responde sin regresar la mirada, mientras sigue pintando.
Cuando Tommy brinda entonación a la escena, lo hace con un sonido de “rum rum, ñeeeeen…”, y aunque los vehículos son de distintos colores tienen algunas características en común. Redondos, numerados, y van dejando una nube de humo gris detrás de sí.
La idea de carros rápidos y poderosos entra en el imaginario de los niños a edad muy temprana,
y no es necesariamente algo malo. Quizá hay un gusto innato por la velocidad en todos nosotros.
Pero dado que el transporte es una constante de la vida moderna (siempre estaremos tomando un vehículo para ir a algún lugar), las formas en las que aprendemos a relacionarnos y entender la movilidad marcarán en buena medida lo correcto e incorrecto de esta práctica social.
Todo cambio tecnológico conlleva un cambio cultural-Movilidad Eléctrica
En Alemania, por ejemplo, forma parte del currículo de preescolar, el educar a los niños a comportarse en un automóvil, no distraer al adulto conductor, no presionar botones y controles, y usar siempre el cinturón. Los pequeños aprenden que la seguridad es un valor compartido por los pasajeros en todo viaje.
Sin embargo, si el cometido es hacer entender a los infantes que un automóvil que suelta muchos gases es un problema de escala planetaria, ello puede resultar más difícil, o puede simplificarse en exceso. Como intentos de encontrar el punto medio han aparecido nuevos títulos que introducen la problemática del transporte sustentable en la literatura infantil.
Uno de ellos es “La Aventura Electrificante de Sparky” un texto de Janelle London y Mathew Metz. La historieta narra las correrías de dos hermanos, Tina y Rory, y su hámster Sparky, quien teme al tubo de escape de un auto a combustión, y propone a la familia la revolucionaria idea de cambiarse a un eléctrico. Las ventajas del nuevo modelo son explicadas con sencillez para deleitar y despertar el interés de los chicos.
Con una estrategia similar, aunque con un pie más allá del futuro próximo, el Grupo Mercedes Benz, presentó “A dónde van los Autos por la Noche”, también un comic para niños, pero que aborda cómo la conducción autónoma cambiará la movilidad en nuestras ciudades, e ilustra entretenidamente los escenarios para un futuro que probablemente los niños actuales vivirán en su adultez.
Adiós al Auto Personal
Sin restar mérito a estas publicaciones, Tesla ha optado por una aproximación al tema mucho más vívida. La presentación de la Cybertruck en 2019, pero hasta ahora no lanzada comercialmente, es bien recordada por cómo las ventanas “aprueba de balas” no soportaron un par de pedradas, hecho que fue noticia de primera plana mundial, Movilidad Eléctrica.
Pero el chasco además opacó el otro lanzamiento del día. En aquella ocasión Elon Musk y Franz von Holzhausen, Jefe de Diseño de Tesla, presentaron junto con la robótica 4×4, el primer todo terreno compacto de la firma, el Cyberquad.
A pesar de que este cuadrón a la fecha tampoco ha llegado a las líneas de ensamble, para la navidad 2021 Tesla sacó una versión junior del Cyberquad, apto para niños en edades 8+. Por sobre lo emocionante de un vehículo campo-traviesa que desarrolla hasta 15 km/h, el trasfondo pedagógico detrás del modelo es que posee una batería removible que se saca del cuadrón para ser recargada en un tomacorriente regular durante un lapso de 5 horas.
La idea es que los niños mismos realicen este ejercicio para que conozcan, a más de la diversión que produce, la rutina y responsabilidades de un vehículo eléctrico. Pese a un precio en los EEUU de 1.900 USD, es decir unas 5 veces más caro que otros competidores del mercado de los juguetes, como los célebres Power Wheels de Fisher Price, la edición del Cyberquad se agotó completamente.
Los eléctricos cambiarán la cultura de la renovación vehicular
Aunque las distintas formas de acercar el concepto de la movilidad eléctrica a los niños son interesantes, ellas no pueden ser eficaces ni estar completas si no se integran con otros aspectos de la educación ambiental, la tecnología, o como mencionamos antes, de la seguridad en el transporte.
Quizá la ventaja es que, gracias a una mayor comprensión de estas temáticas en los programas escolares y los medios, son más bien los niños quienes han traído la discusión a las mesas de sus hogares, renovando un paradigma del automóvil que sus padres daban por sentado. Ello demuestra que la transición ecológica hacia la movilidad eléctrica no empieza sólo cuando un país tiene los recursos, sino por cuan prontamente accede a las ideas. Entonces empecemos por nuestros niños.