Rusia anuncia la rendición del líder del regimiento neonazi Azov y la liberación completa de la planta Azovstal

Todos los militares ucranianos bloqueados en la planta siderúrgica Azovstal, en Mariúpol, se rindieron, anunció este viernes el Ministerio de Defensa de Rusia.

«Las instalaciones subterráneas de la empresa, en las que se escondían los combatientes, quedaron bajo el control total de las Fuerzas Armadas rusas», señala el comunicado de los militares rusos. Además, detalla que, en total, desde este lunes han depuesto las armas y se han rendido 2.439 tropas ucranianas atrincheradas en Azovstal.

Entre ellos está el comandante del regimiento Azov, Denís Prokopenko. Según afirma el Ministerio de Defensa ruso, «debido al odio de los residentes de Mariúpol y al deseo de la gente de castigarlo por numerosas atrocidades, fue trasladado del territorio de la planta en un vehículo blindado especial». También se rindió Serguéi Volynski, apodado ‘Volyna’, comandante de la 36.ª brigada de marines de la Armada ucraniana, también bloqueado en Azovstal. Ha participado en el conflicto de Donbass desde 2014.

Previamente el viernes, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, anunció que el número de militares de Ucrania rendidos en la planta ascendió a 1.908. Asimismo, desde el área fueron evacuados 177 civiles, entre ellos 85 mujeres y 47 niños.

Los atrincherados en Azovstal empezaron a rendirse en masa este lunes, luego de que el Ministerio de Defensa de Rusia anunciara haber acordado evacuar a sus combatientes heridos. Ese mismo día, en el área se rindió el primer gran grupo de nacionalistas ucranianos, compuesto por 265 personas, entre los que había 51 heridos graves.

Por su parte, el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, publicó la madrugada de este martes un video en su cuenta de Telegram en el que declaró que, «gracias a las acciones de los militares ucranianos de las Fuerzas Armadas de Ucrania, de la Inteligencia, así como el grupo de negociación, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la ONU, tenemos la esperanza de que se puedan salvar las vidas de nuestros chicos».