¿Puedo convertir mi coche de gasolina a GLP?

¿Puedo convertir mi coche de gasolina a GLP?

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La actualidad que manda en nuestros días a través de la conciencia ambiental nos dicen, casi de forma obligada, que nos pasemos a la electrificación, que dejemos atrás nuestro coche de combustión para renovarlo por uno 100% eléctrico o híbrido, ya sea enchufable o convencional. Pero lo cierto es que también hay una alternativa a la que no todos buscan, pero que es realmente interesante para el ecologismo. Nos referimos a los coches de gas, y tú también puedes hacerlo convirtiendo el tuyo de gasolina en uno GLP.

Una transformación transitable hacia lo ecológico

La lucha entre los coches diésel y gasolina contra los eléctricos e híbridos enchufables hace pasar muy desapercibidas otras opciones de motorización que, si bien no son tan contaminantes como estos primeros combustibles fósiles, tampoco dependen tanto de un punto de enchufe como los segundos.

Se trata de los coches comúnmente conocidos a gas o bifuel, que funcionan con otro tipo de hidrocarburos. Las dos grandes motorizaciones que se utilizan en el automovilismo son el GLP (o Gas Licuado del Petróleo) y el GNC (Gas Natural Comprimido). Estas son dos vías que son bastante reconocibles visto desde el lado ambiental y ecológico… y del que tú también puedes hacer.

Y no, no hablamos de comprar un coche de gas, sino de transformar el tuyo de gasolina a GLP o GNC. Este e sun proceso que se viene dando en los últimos tiempos de una forma bastante cómoda y transitable hacia el que puede ser un mayor respeto con el medio ambiente, y que también se ve muy bien para todos.

Qué coches se pueden adaptar

Algunas marcas de coches ofrecen en sus gamas versiones que ya están adaptadas para funcionar indistintamente con gasolina o gas. Es el caso de firmas como las de Renault, Dacia, Hyundai, Fiat, Ford, Jeep, SsangYong o Subaru, que disponen entre sus modelos mecánicas de este tipo. Y no solo ahorran en combustible: como son híbridas, obtienen la etiqueta ECO de la DGT. Esto también hace que, al convertirlos, no tengamos ningún límite para circular por las ciudades y zonas ZBE.

Los coches bifuel, por otra parte, disponen de una autonomía superior. Al sumar dos depósitos de combustible, gasolina y GLP, superan en algunos casos los 1.000 kilómetros sin repostar. Además, no se trata de una tecnología costosa y permite adaptarla a vehículos usados de una forma sencilla y asequible. Ahora bien; la normativa vigente no permite hacerlo en todos los casos. Conviene informarse antes de decidirse a realizar la transformación.

Los coches que se adaptan a GLP tienen que cumplir con la normativa ECE/ONU R-115. En ella se concretan algunos requisitos para realizar la conversión:

  • Que funcionen con gasolina.
  • Que su motor no tenga más de 460 CV de potencia. Con el GLP se puede notar una cierta pérdida de potencia y a partir de estos caballos no se asegura el rendimiento que exige el motor.
  • Que tengan una homologación Euro 3 o posteriores. Esto es los coches matriculados a partir de 2001 (aunque también existe la excepción de los coches de 1995 a 2000 siempre que cumplan con la misma homologación). A partir de la Euro 4 hasta la Euro 6 los coches que reciben esta conversión pueden cambiar su etiqueta por la ECO, que ofrece ciertas ventajas a la hora de desplazarse y aparcar por las ciudades españolas.

Cómo podemos hacerlo

La intervención técnica para convertir un coche de gasolina a GLP no es compleja, ni habrá que cargar con una bombona llena de gas incordiando en el maletero, como algunos imaginan. Ni mucho menos.

Como indican desde la misma Repsol, el depósito se instala en el espacio de la rueda de repuesto y se reposta igual que uno a gasolina al instalarse una segunda boca situada en el mismo espacio que la de la gasolina». Algo importante, además, es que no quita espacio del maletero y es absolutamente seguro.

En cuanto a su precio, la instalación de este proceso en un vehículo a gasolina oscila entre los 1.000 y los 3.000 euros (depende del número de cilindros y la complicación del montaje y las horas de mano de obra). Una vez hecha la transformación (siempre en un taller cualificado), habrá que pasar la ITV.