Aprendiendo a contar: el concepto de orden
A menudo, cuando niños de 2 o 3 años son capaces de recitar los números del 1 al 10, sus padres presumen de que ya saben contar . Sin embargo, cuando estos niños tienen delante un montón de piedras y empiezan a “contarlas”, no dicen un número por cada piedra. Unas veces señalan varias piedras entre un número y el siguiente, y otras dicen varios números señalando una misma piedra.
Estos niños han aprendido de memoria una secuencia de palabras, pero están aún lejos de saber contar.
Para aprender a contar, es necesario que se desarrolle primero el concepto de correspondencia uno a uno.
¿Qué es la correspondencia uno a uno?
Correspondencia uno a uno significa que cada elemento de un conjunto se corresponde sólo con un elemento del otro conjunto.
En el caso de aprender a contar, a cada objeto le corresponde una única palabra (número). Es decir, 1 al primer objeto, 2 al segundo… Así hasta que se acaban todos los objetos que queremos contar.
Pero para llegar a la correspondencia uno a uno, es necesario que se coordinen 2 procesos previos:
- Partición: ser capaz de separar los objetos en 2 categorías (contados y no contados).
- Etiquetación: saber la secuencia de los números (1, 2, 3…) y asignar un número a cada elemento del conjunto.
Cuando no se controla la partición, se cuentan elementos varias veces o se dejan algunos sin contar.
Si lo que no se controla es la etiquetación, se dice más de un número por objeto, o se señalan sin decir nada.
¿Cómo se desarrollan los procesos de partición y etiquetación?
La forma de desarrollar estos dos procesos es trabajar distintas capacidades lógicas:
- Clasificación: separar los objetos por semejanzas o diferencias.
- Ordenación: disponer los objetos según un criterio elegido como altura, longitud, color…
- Reconocimiento de patrones.
- Hacer correspondencias.
Por si a estas alturas estás algo perdido, he hecho un esquema de todo el proceso de aprender a contar.