Novena de Navidad 2020: Tercer Día Visitación

Novena de Navidad 2020: Tercer Día Visitación

Novena de Navidad 202o: Tercer Día Visitación.  La Novena de Navidad comienza a rezarse el 16 de diciembre de cada año, para rezar la última al llegar al día 24, la fecha en que Jesús nacerá. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Tercer Día: Visitación, un niño salta de alegría

Cómo rezar la Novena

(Con la señal de la cruz) En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno, te ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero para hacer de este mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo, más fiel al gran mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, Señor, tu ayuda para poderlo realizar. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nuestra comunidad un estímulo, a fin de que, viviendo como hermanos, busquemos más y más los caminos de la verdad, la justicia, el amor y la paz. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, Tú eres amor y vida. Has querido nacer como todos nacemos, de una mujer. De esta forma has bendecido a la familia. haz que cada familia se convierta en verdadero santuario de vida y de amor. Haz que tu gracia guíe los pensamientos y las obras de los esposos, hacia el bien de sus familias. Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia una fuerte de apoyo para su crecimiento en la verdad y en el amor. Haz que los niños sean esa semilla de esperanza en la familia y así, con nuestro amor, se renueve su inocencia. Haz que el amor santificado por la gracia del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis. Amén.

Saludo

Queridos amigos, es un gusto reencontrarnos en este tercer día de la Novena de Navidad para contemplar el hecho maravilloso de que Dios haya bajado a la tierra y esté cerca de cada uno de nosotros. Basta acercarnos silenciosamente a nosotros mismos y ahondar en nuestros Interrogantes y anhelos más profundos para descubrir a Dios allí presente.

En nuestra vida: Novena de Navidad

Jesús vino al mundo dispuesto a hacer un nuevo pacto de amistad con los hombres. Vivió siempre para los demás. Su existencia estuvo totalmente orientada al servicio de los otros. A nadie cerraba su corazón, pero estaba abierto especialmente para los más pobres. Pasó entre nosotros haciendo el bien. Se mezcló sin miedo entre los despreciados, enfermos, ciegos paralíticos, leprosos, ignorantes.

Texto: Novena de Navidad

El fin del matrimonio es la procreación de los hijos; esta realidad exige asumir la paternidad de manera responsable ya que todo niño tiene derecho a recibir el amor de sus padres y los cuidados necesarios para su maduración íntegra y armoniosa; hoy, no es fácil asumir la paternidad con toda responsabilidad.

Que la oración y reflexión, en este día de novena, afiance la responsabilidad de los padres, de manera que redunde en bien de los hijos y en el bienestar de sus hogares.

Proclamación de la Palabra: Mt 1,18-24

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.

Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.

Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa. Y sin que él hubiera tenido relaciones con ella, María dio a luz un hijo y él le puso por nombre Jesús.”

Reflexión:

En estas lecturas evidenciamos, una vez más, que en Jesús aparece la bondad y el amor de Dios por el hombre. También evidenciamos que el Dios de la Vida, es cercano al hombre y en especial a los que el mundo margina El Tercer día dedicado al Respeto, una cualidad del amor que nos mueve a aceptar a los otros tal como son.

Gracias al respeto valoramos la gran dignidad de toda persona humana hecha a imagen y semejanza de Dios, aunque esa persona esté equivocada. El respeto es fuente de armonía porque nos anima a valorar las diferencias, como lo hace un pintor con los colores o un músico con las notas o ritmos.

Un amor respetuoso nos impide juzgar a los demás, manipularlos o querer moldearlos a nuestro tamaño. Siempre que pienso en el respeto veo a Jesús conversando amablemente con la mujer samaritana, tal como lo narra San Juan en el capítulo cuatro de su evangelio.

Es un diálogo sin reproches, sin condenas y en el que brilla la luz de una delicada tolerancia. Jesús no aprueba que la mujer no conviva con su marido, pero en lugar de juzgarla la felicita por su sinceridad. Actúa como buen pastor y nos enseña a ser respetuosos si de verdad queremos entendernos con los demás.

Oración

Señor, tu estás muy cerca de nosotros. Tú vives en nosotros. Tu presencia nos da confianza, por eso te pedimos: Ven, Señor, a nuestras familias. Danos más fe, para que, a través de nuestra oración, Tú te hagas presente en nuestras familias. Ven, Señor, a nuestras familias. Bendice a aquellas personas que no creen en Ti, y a nosotros que te queremos acoger en nuestro hogar, ayúdanos a vivir como hijos tuyos, que te dan a conocer. Ven, Señor, a nuestras familias. Haz más fuerte la confianza en tu amor en los hogares jóvenes Ven, Señor, a nuestras familias. Enséñanos a mostrar a los demás la alegría que sentimos porque te conocemos. Ven, Señor, a nuestras familias

Compromiso: Sabiendo que Jesús está cerca de nosotros, en cada uno de nuestros hermanos ¿Qué actitud quiero tener para recibirlo en mi vida, en mi casa, en mi trabajo?

Se cierra la novena con algún villancico