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Multa por conducir estando de baja

Multa por conducir. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram  ingresa al siguiente enlace. Esta es la multa que te puede caer si conduces estando de baja.

Probablemente no lo sabíamos, pero estando de baja no siempre vamos a poder conducir y si lo hacemos con ciertas enfermedades, lo que nos puede pasar es que nos caiga una multa cuantiosa. La baja laboral la expide un médico y determina que un trabajador tiene un problema de salud concreto que le impide trabajar durante un periodo de tiempo determinado, ya sea un problema físico o mental… y eso también afecta al conducir.

Si tu estado te lo imposibilita no deberías hacerlo

Las facultades psicofísicas de un conductor son clave para garantizar la seguridad vial. Por ello, antes de obtener el permiso de conducir, es obligatorio superar un reconocimiento médico en un centro especializado.

Pero, ¿qué pasa si hemos aprobado el reconocimiento médico y tiempo después hemos cogido una baja por enfermedad? ¿Podemos seguir conduciendo estando de baja? Si te encuentras en esa situación y aplicas el sentido común, no conducirás si tu estado psicofísico te imposibilita hacerlo.

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Además, recuerda que el Reglamento General de Circulación indica en sus artículos 17 y 18 que «los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos y mantener su propia libertad de movimientos para garantizar su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía».

Qué hay que saber

La Dirección General de Tráfico, la DGT, advierte de que algunas enfermedades aumentan el riesgo de accidentes y lesiones. Con algunas de ellas está claro que no vas a poder conducir, por ejemplo, si tienes un brazo roto, pero ¿qué ocurre con otras enfermedades como la lumbalgia, la ansiedad o la cervicalgia?

Pues prácticamente lo mismo; será el médico el que hará por manifestar que esa baja puede (o no) impedir que conduzcamos como si lo hiciéramos de manera habitual. Así, si la enfermedad por la que cogemos la baja está legalmente reñida con la conducción puedes tener problemas, y en todas esto significa que podemos contar con multas más que importantes para nuestro bolsillo.

Por lo tanto, y como recalcamos, será el médico quien tenga la última palabra; si este considera que podemos conducir porque la dolencia no interfiere en el manejo del volante ni perjudica a la recuperación, podemos hacerlo. En caso contrario, ya sabes a lo que te enfrentas: podrías enfrentarte a una multa de hasta 6.000 euros.

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Los casos que hay

En este sentido, el RACE da tres ejemplos de situaciones en las que se podría pensar que el ejercicio de la conducción no se ve afectado: baja por ansiedad, cervicalgia o lumbalgia.

Si una persona está de baja por ansiedad, necesitará el informe de un psicólogo o un psiquiatra para poder volver a conducir, renovar el carnet o sacárselo. Esta enfermedad puede implicar taquicardias, sudoración excesiva o mareos, que pueden reducir la atención del conductor cuando está al volante. Además, en determinados casos implica tomar algún medicamento que puede ser incompatible con la conducción.

Otra de las enfermedades que, a priori, podemos pensar que no nos afecta a la hora de subirnos al coche es la cervicalgia: un cuadro de dolor en el cuello que puede extenderse por la cabeza y la espalda. ¿Por qué no es compatible con la conducción? Porque entre sus síntomas está la rigidez, la aparición de cefaleas, náuseas, vómitos, la presencia de fiebre o los mareos.

Lo mismo sucede con el lumbago, una lesión de los músculos y ligamentos que se traduce en un dolor agudo en la parte baja de la espalda. No sólo puede generar distracción, también reduce la capacidad del conductor para controlar un vehículo. Hay que añadir, además, los relajantes musculares, analgésicos y antiinflamatorios que el médico puede recetar como parte del tratamiento y que no son compatibles con la conducción.