Las inversiones en carbón aumentarán 10 % este año en medio de las preocupaciones por la seguridad energética y la crisis climática

La inversión mundial en energía podría aumentar más del 8 % en 2022 hasta alcanzar los 2,4 billones de dólares, mientras que el gasto en suministro de carbón crecerá un 10 %, según el nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

De acuerdo a la agencia, se espera que la inversión en energía limpia supere los 1,4 billones de dólares este año, lo que representa «casi las tres cuartas partes del crecimiento de la inversión total en energía». Sin embargo, las preocupaciones por la seguridad energética y los altos precios siguen «impulsando una mayor inversión en suministros de combustibles fósiles, sobre todo de carbón».

El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, destaca que, dada la situación actual de nuestro planeta, «no podemos darnos el lujo de ignorar la crisis energética global actual o la crisis climática», por lo que sugiere que se pueden abordar ambas al mismo tiempo por medio de una «única solución duradera«, que es el «aumento masivo de la inversión para acelerar las transiciones a la energíalimpia«.

Según el informe, publicado este miércoles, «la tasa de crecimiento promedio anual en la inversión en energía limpia en los cinco años posteriores a la firma del Acuerdo de París en 2015 fue poco más del 2 %», mientras que a partir de 2020 esa tasa ha aumentado al 12 %. Si bien la agencia considera que se trata de un paso importante, señala que aún se mantiene «muy por debajo de lo que se requiere para alcanzar los objetivos climáticos internacionales».

Distribución desigual de la inversión

El reporte evidencia que el aumento en la inversión en energía limpia se distribuye de manera desigual, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo, cuyos niveles permanecen estancados desde 2015.

Además, en algunos mercados los precios altos y las preocupaciones relacionadas con la seguridad energética están impulsando «una mayor inversión en suministros de combustibles fósiles, sobre todo de carbón», ya que «los fondos para la recuperación sostenible son escasos, los marcos de políticas suelen ser débiles, se acumulan nubarrones económicos y los costos de endeudamiento aumentan».

Según la agencia, en 2021 se invirtieron aproximadamente 105.000 millones de dólares en la cadena de suministro de carbón, 10 % más que en 2020, y se pronostica una inversión similar para este 2022.

Incertidumbre económica y preocupaciones por la seguridad energética

El informe llega en un momento de aumento de la inflación y de los precios del petróleo, el gas y la energía en medio de las tensiones geopolíticas relacionadas con el conflicto en Ucrania, que, junto a la incertidumbre económica, la preocupación por la seguridad energética y los problemas climáticos, han influenciado la inversión energética mundial.

De acuerdo a la AIE, «es probable que casi la mitad de los 200.000 millones de dólares adicionales en inversión en 2022 se consuman por costos más altos, en lugar de generar capacidad de suministro de energía adicional o ahorros».

«La factura total de energía para los consumidores supera los 10 billones por primera vez en 2022», apunta el informe.

Además, la agencia señala que los costos de los paneles solares y las turbinas eólicas, tecnologías cruciales para la transición energética «aumentaron entre un 10 % y un 20 % desde 2020».

Esto altos precios están obligando a algunos países a aumentar el gasto en combustibles fósiles, mientras buscan asegurar y diversificar sus fuentes de suministro. Sin embargo, la AIE destaca que la solución para la actual crisis radica en acelerar la transición a la energía limpia por medio de una mayor inversión en eficiencia.