La Universidad de Míchigan pagará 490 millones de dólares a más de 1.000 víctimas de los abusos sexuales de su médico deportivo

La Universidad de Míchigan (UM) ha pactado un acuerdo de 490 millones de dólares con las víctimas que aseguran haber sido abusadas sexualmente por su médico deportivo, Robert E. Anderson, según un comunicado de la institución publicado este miércoles en su sitio web.

Anderson, que falleció en 2008, desde 1966 hasta 2003 ocupaba los cargos de jefe del servicio de salud y médico del departamento atlético en esa universidad estadounidense, detallan medios locales. Desde 2020, cuando empezaron a aparecer las primeras denuncias públicas contra el médico, cientos de estudiantes deportistas, pilotos, estudiantes de medicina, la mayoría de ellos hombres, arrojaron luz sobre los abusos que sufrieron en revisiones médicas durante su estancia en la institución.

La investigación de las denuncias mostró que ya en 1978 la UM tenía conocimiento de la conducta sexual indebida de Anderson, pero sus abusos continuaron durante décadas, mientras que la mayoría de los empleados que conocían sobre las acusaciones no hicieron nada para poner fin a los abusos.

«Es hora para que los legisladores de Míchigan analicen por qué dos de los mayores escándalos en la historia del país —Larry Nassar y Robert Anderson— ocurrieron en dos de las universidades más grandes de Míchigan», dijo Jamie White, abogado que representó a los demandantes de Nassar y Anderson.

El acuerdo, que busca «resolver todas las demandas de los supervivientes contra la Universidad», prevé la asignación de 460 millones de dólares a casi 1.050 demandantes y 30 millones de dólares para aquellos que decidan unirse a la demanda antes del 31 de julio de 2023. Los pagos serán efectuados con las reservas de la institución, por lo que no se utilizarán otras fuentes de financiamiento.

«Esperamos que este acuerdo inicie el proceso de sanación para los supervivientes», dijo Jordan Acker, presidente de la junta directiva de la Universidad.

Por su parte, la presidenta de la UM, Mary Sue Coleman, señaló que el trabajo para crear un ámbito positivo y seguro en el campus aún no ha terminado. «Nos esforzaremos por estar libres de abuso y conducta sexual inapropiada», escribió Coleman en un correo electrónico para la comunidad universitaria.