La historia del ‘Asesino del torso’ que afirma haber matado a más de 100 mujeres y de la hija de una de sus víctimas desmembradas que se hizo su amiga

La plataforma Netflix lanzó el pasado mes de diciembre un documental de tres episodios que narra una serie de horribles crímenes perpetrados en los años 1970 en Estados Unidos.

‘Escena del crimen: Asesinato en Times Square’, dirigida por Joe Berlinger, examina el notorio caso de Richard Cottingham, también conocido como ‘el Asesino del torso’, quien afirma haber violado, matado y mutilado a más de cien mujeres y describe a 80 de los asesinatos como «perfectos». Sin embargo, solo fue acusado y condenado por once de ellos.

Los crímenes cometidos por Cottingham

Cottingham, padre de tres hijos, dejó un rastro de brutales crímenes en los estados de Nueva York y Nueva Jersey que dejaron perpleja a la Policía. En diciembre de 1979, los agentes descubrieron una horrible escena en el Travel Inn Motor Hotel de la Gran Manzana: en una habitación fueron hallados los cuerpos calcinados de dos mujeres, una de ellas identificada como Deedeh Goodarzi. Les habían cortado la cabeza y las manos, según detalla The New York Times. Unos meses después, una trabajadora sexual de Times Square fue encontrada muerta en un motel de Nueva Jersey. Este crimen se relacionó entonces con un segundo asesinato en ese lugar. A finales del mismo mes, una quinta víctima fue descubierta muerta y mutilada en otro hotel de Manhattan.

Aunque Cottingham negó todas las acusaciones, finalmente fue declarado culpable en agosto de 1984 de los cinco asesinatos y condenado a más de 200 años de prisión. En los años transcurridos desde su condena inicial, el hombre ha confesado muchos más crímenes. Así, en abril de 2021, afirmó haber ahogado a dos niñas de Nueva Jersey después de apresarlas mientras compraban en 1974 en un centro comercial. El criminal, que ahora tiene 75 años, sigue cumpliendo condena en la cárcel estatal de la ciudad de Trenton.

«Le doy mi amistad por los detalles de los crímenes«

Jennifer Weiss, hija de la asesinada Deedeh Goodarzi, relató en 2020 en una entrevista al portal NewJersey.com que fue a visitar al asesino de su madre y se hizo «amiga» de él para lograr obtener respuestas también para los parientes de otras víctimas.

«La magnitud de lo que hizo es insondable. Pero me hice amiga de Richard por el bien de mi madre y por mi búsqueda», explicó. «Lo hago por las madres que perdieron a sus hijas y por mi propia madre. Y por estas chicas cuyas vidas terminaron una noche o un día porque Richard jugaba a ser Dios», señaló. «No voy a descansar tranquila hasta que descubramos quiénes eran. Así que por eso hago lo que hago», agregó.

Weiss fue criada por una familia adoptiva y solo a los 24 años averiguó de dónde venía. Después de escribir a Cottingham, comenzó a visitarlo en 2017 y a lo largo de tres años se reunió con él más de treinta veces.

«Empecé a escribirle a Richard y a pedirle que me pusiera en su lista de invitados. Lo hice desenfadado y divertido y lo hice realmente cómodo para que dijera ‘sí'», detalló al medio. La mujer reveló lo que sucedió cuando se encontró por primera vez cara a cara con el asesino: «Sabía lo que quería y se lo dejé muy claro. Le doy mi amistad por los detalles de los crímenes«.

En declaraciones a PIX11, continuó: «Una vez que empecé a averiguar detalles sobre el crimen de mi madre, fue cuando abrió la puerta para hablar de otras mujeres que mató. Creo que tenemos hasta 75 casos sin resolver«, dijo al medio.