Grecia: «No debilitaremos la defensa de nuestro territorio por ayudar a Ucrania»

Grecia ha decidido no enviar más equipos militares a Ucrania para no mermar sus propias capacidades defensivas, sobre todo en las islas. «No debilitaremos la defensa del territorio griego por ayudar a Ucrania en materia de defensa», declaró este miércoles el ministro de Defensa griego, Nikolaos Panagiotopoulos, durante un debate parlamentario.

«Los equipos de defensa que enviamos a Ucrania […] procedían de nuestras reservas. No hay forma de que podamos debilitar ninguna parte de nuestra defensa, especialmente en las islas, para tomar un equipo militar de ahí y enviarlo a Ucrania», aclaró Panagiotopoulos.

Grecia ha suministrado a Ucrania lanzacohetes portátiles, fusiles Kaláshnikov y municiones para ayudarle en los combates contra Rusia, pero se ha negado a atender su petición informal de transferir armamentos soviéticos más pesados, como los sistemas de defensa aérea Tor-M1 y Osa-AK, reportaron medios locales citando sus fuentes.

Una encuesta realizada por MEGA TV refleja que un 66 % de los griegos está en contra del envío de equipos militares a Ucrania, mientras que un 29 % de la población apoya la decisión del Gobierno. Entretanto, la mayoría —un 70 %— apoya a Ucrania, si bien se expresa en contra de que Atenas se involucre en el conflicto armado.

Como muestra de su rechazo a la implicación de su país en las acciones militares en Ucrania, los trabajadores ferroviarios griegos de la compañía TrainOSE se negaron a primeros de abril a transportar armas de la OTAN y EE.UU. desde el puerto de la ciudad de Alejandrópolis hacia Ucrania. «No seremos cómplices del paso de la maquinaria de guerra por el territorio de nuestro país», declararon, al tiempo que subrayaron que trabajan «para transportar a la gente y las mercancías que pueden ser utilizadas para satisfacer las necesidades de la sociedad».

  • Alejandrópolis se ha convertido en un punto de entrada clave para los buques extranjeros que transportan tropas y vehículos militares de EE.UU. y de la OTAN, que luego son distribuidos a distintos puntos de Europa del Este a través de la red de carreteras y ferrocarriles.