«Es una amenaza universal sin ideologías»: John Kerry insta a China a retomar el diálogo climático

El enviado especial de EE.UU. para el cambio climático, John Kerry, ha instado a Pekín a reanudar las negociaciones bilaterales sobre la crisis medioambiental para poner en marcha el estancado proceso conducente a reducir emisiones de carbono a nivel mundial.

Kerry abogó por una estrecha cooperación entre ambos países con el objetivo de afrontar el desafío global de disminuir los gases de efecto invernadero en la atmósfera.

«Creo que China y Estados Unidos deben trabajar inevitablemente juntos para hacer las cosas que necesitamos para ganar esta batalla», dijo el exsecretario de Estado del país norteamericano en una entrevista con The Guardian. «China representa un 30 % de todas las emisiones. Tenemos que convencer a China», argumentó Kerry.

Además, el representante estadounidense recalcó que la suspensión del trabajo conjunto se debió a razones puramente políticas.

«Estoy realmente muy preocupado por la interrupción que se ha producido debido a acontecimientos que no tienen nada que ver con el clima», indicó Kerry, en referencia a la confrontación que se generó entre ambos gobiernos tras la polémica visita que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, hizo el pasado mes de agosto a Taiwán, que fue calificada por Pekín como una provocación.

El político también lamentó que esta falta de cooperación de los dos mayores emisores del mundo haya creado problemas para la acción climática mundial.

«Sin China, ¿tenemos alguna esperanza de avanzar hasta donde queremos intentar llegar? No, no a mi juicio», dijo Kerry, que agregó que el país asiático no solo había dejado de negociar con Estados Unidos sobre cuestiones climáticas, sino también sobre otros asuntos.

«Ha sido imposible, de verdad. China se ha retirado de las conversaciones por ahora», afirmó.

La ruptura entre Pekín y Washington se produjo justo cuando la cooperación entre ambos se antojaba más prometedora de lo que había sido en años. En la cumbre climática COP26, celebrada el pasado noviembre en Escocia, los dos países anunciaron inesperadamente un pacto bilateral, por el que se comprometían trabajar en el ámbito de las tecnologías limpias, el metano y otras formas de reducir las emisiones.

«El clima es una cuestión universal, una amenaza universal. [Está] desprovisto de ideología política, de partido político. No representa una competencia global», dijo el diplomático. «Los dos mayores emisores y las dos mayores economías podrían beneficiar enormemente al mundo si se unen y cooperan para tratar de solucionarla», concluyó.