El Departamento de Estado de EE.UU. aprueba una venta de armas a Taiwán por más de 1.800 millones de dólares

El Departamento de Estado de EE.UU. aprobó este 21 de octubre una posible venta de armas a la Oficina de Representación Económica y Cultural de Taipéi (TECRO) por más de 1.800 millones de dólares, según anunció la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa del Pentágono en su sitio web.

La venta aún está sujeta a la aprobación del Congreso de EE.UU. y si recibe luz verde, Taiwán (China) obtendrá:

  • 11 de sistemas de lanzamisiles de alta movilidad M142 (HIMARS), fabricados por Lockheed Martin, y equipo relacionado por un costo estimado de 436,1 millones de dólares
  • 135 misiles AGM-84H Standoff aire-tierra de largo alcance (SLAM-ER), producidos por Boeing, y equipo relacionado por 1.008 millones de dólares
  • 6 sistemas de inteligencia de imágenes en tiempo real Recce Pods MS-110, utilizados en cazas F-16, y equipo relacionado por un costo estimado de 367,2 millones de dólares

En respuesta al anuncio, Pekín se ha comprometido a dar una respuesta «legítima y necesaria», en caso de que la venta pase el Congreso de EE.UU., insistiendo en que dañaría «seriamente» los intereses de seguridad de China y socavaría sus relaciones con EE.UU. No se ha especificado de qué contramedidas se trata, pero anteriormente Pekín impuso sanciones a los fabricantes estadounidenses, incluido Lockheed Martin, después de sus ventas de armas a Taiwán.

Esta semana, Pekín reiteró que las ventas de armas de EE.UU. a Taiwán «violan gravemente el principio de una sola China y los tres comunicados conjuntos sino-estadounidenses, en especial el Comunicado del 17 de agosto, interfieren gravemente en los asuntos internos de China, y socavan la soberanía y los intereses de seguridad de China».

La posible venta también puede llegar a realizarse mientras Washington intensifica sus operaciones militares en el mar de la China Meridional y el mar de la China Oriental, donde lleva a cabo misiones regulares de demostración de fuerza con vuelos de bombarderos de largo alcance, aviones de vigilancia y cruceros que pasan cerca de las fronteras chinas, cumpliendo con la «libertad de navegación».