Denuncian abusos a trabajadores migrantes en bases militares de EE.UU. en el golfo Pérsico

Bases militares estadounidenses en la región del golfo Pérsico utilizan los servicios de subcontratistas que podrían clasificarse como víctimas de la trata de personas, según revela una investigación.

De acuerdo con una pesquisa realizada para Trafficking Inc, que examina las redes de empresas, personas y prácticas comerciales que se benefician del tráfico transfronterizo sexual y de mano de obra, en al menos cuatro bases militares estadounidenses en el golfo Pérsico empleados extranjeros de contratistas se hallan atrapados en sus trabajos por prácticas laborales abusivas.

Entrevistas realizadas por The Washington Post y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) a más de 30 trabajadores antiguos y actuales revelaron que se les impide regresar a sus casas o buscar otros trabajos en la región.

Los empleados expusieron que sus pasaportes son confiscados para limitar sus movimientos y que se les cobran elevadas tarifas de reclutamiento para colocarlos en trabajos en instalaciones de EE.UU.

«Poder desproporcionado a los empleadores»

Numerosas personas viajan a la región del golfo Pérsico, donde el Ejército estadounidense opera más de una docena de bases y otras instalaciones, en busca de oportunidades de empleo para mantener a sus familias en sus países, aunque el salario suele ser relativamente bajo y las jornadas de trabajo largas.

Estos trabajadores en las naciones árabes, incluidos Catar y Kuwait, son empleados bajo el controvertido sistema ‘kafala’, que requiere que un ciudadano, generalmente el empleador, se haga cargo legal del empleado, con lo que este para dejar el trabajo necesita que se le apruebe una autorización.

En este sentido, los entrevistados expusieron que las empresas que proporcionan alimentos, reparan vehículos y brindan otros servicios al Ejército estadounidense rechazan rutinariamente esas solicitudes.

«El sistema ‘kafala’ es abusivo precisamente porque otorga un poder muy desproporcionado a los empleadores sobre los trabajadores migrantes», dijo Michael Page, subdirector de la división de Medio Oriente y África del Norte de Human Rights Watch.

«Servidumbre por deudas»

La ley federal de EE.UU. prohíbe que se pague con dinero de los contribuyentes a los contratistas y exige que estos investiguen las denuncias de tales abusos, sin embargo, los trabajadores creen que los oficiales militares, los contratistas de Defensa y las agencias de reclutamiento del golfo acordaron hacer la vista gorda.

Por su parte, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE.UU. (GAO, por sus siglas en inglés) concluyó que las tarifas de contratación pueden poner a los trabajadores en «servidumbre por deudas«, obligándolos a gastar la mayor parte de sus salarios en pagar los préstamos, lo que se considera característica del tráfico laboral.

En los últimos cinco años, el Pentágono ha respondido a 176 casos denunciados de tráfico laboral en bases militares en el golfo Pérsico y más allá, en la mayoría de los casos exigiendo un mejor control de las prácticas laborales, según informes del Departamento de Estado revisados ​​por NBC News.