Dejan un ataúd usado en una casa de empeño en EE.UU. por la crisis económica

Con la inflación en alza y la crisis económica que afectan a EE.UU., el trabajo de las casas de empeño ha aumentado y últimamente han recibido todo tipo de artículos. En la ciudad de Aurora, Colorado, incluso llegaron con un ataúd usado y rayado.

Scott Pasternack, propietario de la casa de empeño que recibió el féretro, comentó que el artículo fue entregado a cambio de dinero en el último año y según publicaron medios locales, se puede adquirir a cambio de 499 dólares.

El ataúd es una de las tantas cosas que los habitantes están llevando a casas de empeño para obtener créditos. «Nuestros préstamos se han disparado con la economía mucho más baja y la gente necesitando más dinero», comentó Pasternack.

En ese sentido, un hombre comentó que debe empeñar sus pertenencias cada vez más a menudo. «A medida que los tiempos se han vuelto más difíciles, y las tasas de inflación, me han hecho venir una vez al mes para vender cosas», expresó.

No solo las casas de empeño aumentan el ritmo de los préstamos, sino que también venden más objetos debido a las dificultades para comprar productos nuevos. «No puedes pagar nada porque los precios de la gasolina son tan altos que aumentan los precios de todo. Comida, seguro, todo. El precio está por las nubes. No puedes permitirte comprar nada nuevo», señaló una mujer.

Por su parte, la Asociación Nacional de Casas de Empeño detalló que el promedio de los préstamos que se solicitan es de 150 dólares, mientras que el 85 % de los clientes pagan sus deudas con interés y recuperan sus objetos.

Respecto a las complicaciones económicas que derivaron en el aumento de los empeños, la profesora de economía de la Universidad Estatal Metropolitana de Denver, Christina Huber, advirtió que la inflación que atraviesa EE.UU. «está durando más» de lo que pensaban. «Hay mucha preocupación», dijo, y concluyó que «la gente está empezando a ponerse un poco nerviosa».

La tasa de inflación durante el mandato de Joe Biden pasó del 1,4 % al 8,2 %, la mayor subida interanual de los últimos 40 años. El aumento de precios ya impactó en las facturas de los alimentos, alquileres y el coste de los servicios públicos.