Control forestal permanente en las Zonas de Quebradas. Cuando sucedió el aluvión se evidenció que hubo muchas trozas (pedazos) de árboles que en su momento fueron arrastrados por la corriente. En esta zona, también, hay ciertas áreas denominadas de aprovechamiento forestal. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram  ingresa al siguiente enlace.

Control forestal permanente en las Zonas de Quebradas. “La Secretaría de Ambiente, el año pasado, solicitó al Ministerio de Agricultura que se dé una veda, un tiempo razonable, especialmente en época de lluvia de tal manera que no se produzcan eventos como el vivido en La Comuna y La Gasca”, recordó la Secretaria de Ambiente, Cecilia Pacheco

Este 31 de enero, se cumple un año del aluvión que afectó La Gasca y La Comuna. Cecilia Pacheco, secretaria de Ambiente, indicó que la primera acción, luego de producida la emergencia, fue la evaluación y monitoreo del estado de las quebradas que colindan con el sector donde se produjo el aluvión levantando fichas técnicas.

Esta evaluación, tenía como objetivo, principal, evidenciar si se requería alguna intervención en la recuperación de la cobertura vegetal, como estaba superficialmente, si existían taponamientos en ciertas zonas. Este trabajo se lo efectuó, de manera conjunta, con Epmaps y la Dirección de Riesgos. “El monitoreo se lo efectuaba constantemente en esta zona, además se realiza una limpieza permanente para estos casos”, señaló Cecilia Pacheco.

A más del monitoreo permanente en las quebradas del Pichincha Atacazo y el mantenimiento y limpieza de las mismas, se estableció con la secretaría de Seguridad, un sistema de alerta temprana.

Durante muchos meses se realizaron recorridos en la zona detectando posibles problemas para evitar que se conviertan, a la larga, en diques, sobre todo en época de invierno. En la actualidad, debido al cambio climático, se producen lluvias más intensas en períodos más cortos, pese al mantenimiento, se arrastra lodo, piedras, y ramas que se desprenden naturalmente.

Las quebradas han sido vistas como depósitos y basureros. En esa línea se ha dado paso a rellenarlas de manera antitécnica. Es necesario recordar que las quebradas son desfogues naturales.

Es importante conservar y recuperar estos espacios naturales, no deben realizar construcciones al filo de la quebrada, debe existir un retiro apropiado y una franja de protección.

Cecilia Pacheco informó que existe una mesa técnica que trabaja en el tema de quebradas, define mingas y acciones en territorio: arborización y reforestación, se las protege con alambras de púas, cerrando ciertos bordes para que no se bote escombros. Algunas se recuperan y vuelven a ser sitios de basura y escombros.

Se implementan siembras con especies nativa de la zona, arbustos y hierbas que sostienen el suelo, paulatinamente recuperando esos bordes con lo que fue su vegetación tradicional y así que no representen un riesgo: la vegetación absorbe el agua, la correntía y se impermeabiliza la zona.

“En esta gestión, la ciudadanía es muy importante, podemos y debemos colaborar, las quebradas son cauces naturales, no son basureros ni botaderos. En el Distrito recordemos que existen 2 mil quebradas. Se ejecuta la limpieza y recuperación de forma permanente de 150 que son prioritarias”, concluyó Cecilia Pacheco.