Boris Johnson considera que la mala visión puede ser consecuencia del coronavirus

Una visión defectuosa puede ser consecuencia del covid-19. Con esa afirmación, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, buscó defender a su principal asesor, Dominic Cummings, acusado de violar las reglas del confinamiento al hacer viajes no esenciales, según señalan medios británicos.

Durante una rueda de prensa, Johnson aseveró que es «muy-muy plausible que la vista pueda ser un problema asociado con el coronavirus», y dijo a los periodistas que él mismo ha tenido que usar anteojos «por primera vez en años».

No obstante, en ningún momento la Organización Mundial de la Salud ha referido problemas de la vista entre los síntomas del covid-19, a diferencia de la fiebre, tos y pérdida del olfato.

Después de desarrollar síntomas de la enfermedad a finales de marzo, Cummings se autoaisló en su granja familiar cerca de Durham, a 434 kilómetros de la capital británica. Luego admitió que el 12 de abril condujo desde esa localidad hasta el cercano castillo de Barnard. Afirmó que ya era el día 15 desde el inicio de la enfermedad, y que debía probar su vista antes de regresar a Londres transitando por una autopista.

El funcionario aseguró que su vista había estado «un poco extraña», por lo que su esposa le sugirió «conducir por la carreterra» para comprobarlo. «Fue razonable y sensato hacer un viaje corto antes de embarcarse en un viaje de cinco horas», alegó Cummings.

Su excusa provocó burlas en las redes sociales, así como preguntas sobre por qué puso a su hijo de cuatro años en el asiento del pasajero si temía por su vista, y por qué no fue su esposa quien condujo.

Cuando a Johnson se le preguntó si realmente esperaba que millones creyeran la excusa de su asesor, afirmó que sería perfectamente razonable. «En cuanto a la vista, creo que tengo que usar gafas por primera vez en años, creo que debido a los efectos de esta cosa», afirmó el primer ministro.