Los analistas políticosMario Ramos y Fernando Buendía manifestaron que el movimiento sindical en general vive desde hace alrededor de 30 años un desgaste político y, sobre todo, de credibilidad.

Ramos aseguró que no existe democracia especialmente en la elección de dirigentes de las centrales sindicales, de manera particular de aquellas que están agrupadas en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT).

“Más que preguntarnos por qué duran tanto tiempo los dirigentes, es mejor preguntarse sin son democráticos”, añadió.

No entiende -según el experto- cómo los obreros tienen de líderes a quienes, incluso, han avalado en el tiempo modelos económicos que van en contra de los intereses de los trabajadores.

“Llama la atención, por ejemplo, que apoyen la ley que disminuye al trabajador las posibilidades de repartición de las utilidades de las empresas. Llama la atención que los dirigentes sindicales se hayan adherido a los empresarios y los trabajadores no digan nada”, resaltó.

Ramos dijo que frente a esta realidad que se vive al interior del liderazgo sindical, los obreros deben pedirles cuentas. “La crisis del movimiento sindical lleva tres décadas, antes llevaban la vanguardia en las reivindicaciones sociales, luego fueron reemplazados por la Conaie y posteriormente por los forajidos”, destacó.

El experto Fernando Buendía coincidió en que las centrales sindicales han vivido un proceso de debilitamiento en los últimos 30 años, lo cual ha afectado su credibilidad.

“Las expectativas personales se trastocan con respecto del sentido colectivo, del interés común. Esto tiene que ver con la debilidad de los procesos de construcción de capacidades de las organizaciones (sindicales). Existe un problema de fondo: hay un desinterésde los obreros”, manifestó.

Buendía consideró que es necesario formar nuevos cuadros, nuevos líderes, tener una nueva agenda y practicar una verdaderademocracia en el interior de las centrales sindicales del país. (I)