Algunas de las estrellas más antiguas de la Vía Láctea no están donde esperábamos

Un reciente estudio, llevado a cabo gracias al telescopio SkyMapper en Australia y el satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea, analizó las órbitas de algunas de las estrellas más antiguas de nuestra galaxia, pobres en metales, y descubrió que algunas de ellas se mueven en patrones inesperados.

Estudios anteriores mostraban que las estrellas antiguas y pobres en metales se encontraban únicamente en el halo y la protuberancia de la galaxia, pero este nuevo estudio reveló un gran número de estrellas que orbitan alrededor del disco.

«Las estrellas pobres en metales, que contienen menos de una milésima parte de la cantidad de hierro presente en el Sol, son unos de los objetos más raros de la galaxia.Hemos estudiado 475 de ellas y encontramos que alrededor del 11 % orbita en el plano casi llano que es el disco de la Vía Láctea», explica el astrónomo Gary Da Costa, de la Universidad Nacional de Australia.

El hidrógeno y el helio, muy abundantes en el universo, se crearon en los primeros momentos del Big Bang. Como resultado, las primeras estrellas estaban compuestas únicamente de estos dos elementos. Con el tiempo, la abundancia de elementos más pesados ​​aumentó gradualmente, por lo que las estrellas más jóvenes tienden a tener una mayor metalicidad.

Además, los científicos descubrieron que las órbitas de las estrellas antiguas también son muy circulares, similares a la del Sol, algo que va en contra de las predicciones de los modelos actuales de evolución galáctica.

«Siguen un camino casi circular, muy parecido al Sol. Eso fue inesperado, por lo que los astrónomos tendrán que repensar algunas de nuestras ideas básicas», agrega Da Costa, uno de los autores del estudio, publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

«En el último año, nuestra visión de la Vía Láctea ha cambiado drásticamente. Este descubrimiento no es consistente con el escenario anterior de formación de galaxias y agrega una nueva pieza al rompecabezas que es la Vía Láctea. Sus órbitas son muy parecidas a las del Sol, aunque contienen solo una pequeña fracción de su hierro. Comprender por qué se mueven de la forma en que lo hacen probablemente provocará una reevaluación significativa de cómo se desarrolló la Vía Láctea durante muchos miles de millones de años», indicó el autor principal del estudio, Giacomo Cordoni, de la Universidad de Padua, en Italia.

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