Patrick Chinamasa, portavoz del partido gobernante de Zimbabue, la Unión Nacional Africana de Zimbabue – Frente Patriótico (ZANU-PF), arremetió este lunes contra el embajador estadounidense, Brian Nichols, y su «camarilla de gángsters» y los acusó de «disturbios financieros, coordinación de la violencia y capacitación de la insurgencia», recoge AP.

«Los diplomáticos no deben comportarse como matones, y Brian Nichols es un matón«, sostuvo el vocero. Agregó que en caso de ser necesario, el Gobierno «no dudará» a la hora de «darle una orden de marcharse».

Posteriormente Tibor Nagy, subsecretario de la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado de EE.UU., respondió a esas declaraciones a través de Twitter, donde aseguró que «los comentarios de ZANU-PF, aunque lamentablemente no son sorprendentes, son profundamente ofensivos». Asimismo, añadió que el embajador de Zimbabue en EE.UU. fue convocado para hablar del tema.

Este cruce de palabras se produce luego que la semana pasada el Gobierno de Zimbabue acusara a los países occidentales de patrocinar al periodista Hopewell Chin’ono, conocido por denunciar la presunta corrupción gubernamental, y a Jacob Ngarivhume, líder del partido opositor Transform Zimbabwe.

Los dos fueron detenidos la semana pasada, bajo acusaciones de organizar las protestas planificadas para este 31 de julio. Las autoridades precisaron que los acusados planeaban«derrocar al Gobierno» del país africano, apoyados por EE.UU. y otros países. Asimismo, descartaron que Chin’ono fuera detenido por sus labores periodísticas. La policía ha dicho que está buscando a otros activistas y políticos, a los que acusa de movilizar las protestas. Por su parte, ambos rechazan las acusaciones.

Mientras, la embajada de Estados Unidos ha pedido reiteradamente en las últimas semanas al gobierno del presidente Emmerson Mnangagwa que respete los derechos humanos, precisa AP. Los arrestos también fueron criticados desde la ONU y por entidades como Amnistia Internacional