WiFi o cable de red para Internet ¿cuál es más segura?
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Hoy en día en todas las casas mayoría se disfruta de conexión a Internet, pero seguimos con el mismo debate de siempre. ¿Es mejor tener una conexión WiFi o que esta se haga por cable de red? Cada una de ellas ofrece ventajas y desventajas que conoceremos a continuación, y de la que, por su parte, no todo tiene se centrar en lo que se refiere a la velocidad, sino también a lo que ocurre con nuestra seguridad mientras navegamos.
Por WiFi o cable, las dos opciones para conectarse a Internet
El constante avance tecnológico lleva a que las personas estén cada vez más conectadas, y una de las consecuencias de esta conectividad constante se percibe en las comunicaciones y en la costumbre a la instantaneidad, ya que los usuarios de tecnología pretenden obtener la información o comunicarse de forma inmediata.
Eso hace, por su parte, que tengamos muchos dispositivos con acceso a Internet en nuestros hogares. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no siempre es fácil conectarse desde toda la vivienda. En ocasiones la red inalámbrica no llega o la calidad es débil. Y mucho de ello se hace ver con las distintas formas que tenemos de operar con nuestro Internet.
Las opciones para conectarse a Internet principalmente son dos: la primera es de manera inalámbrica a través del WiFi, mientras que la segunda es mediante un cable de red, comúnmente conocido como Ethernet. Pero, ¿son las dos igual de precisas? ¿Qué hay en cuanto a seguridad?
Qué tenemos con ellas
Pero vayamos a la clave; la realidad es que usar cable de red Ethernet es mucho más rápido que usar una conexión WiFi. Así de claro y directo. Y es que, como vemos, el WiFi nos hace perder el 65% de la conexión de media. La media de las conexiones de 100 Mbps se queda en unos 36 Mbps reales, en el caso de las de 200 Mbps, las medias suelen rondar los 100 Mbps.
Y eso que los nuevos estándares WiFi, como 802.11ac, ofrecen velocidades máximas por banda de 866.7 Mb/s. Es entonces cuando decimos que, como primera y gran diferencia, damos con que el cable de red es más eficiente en términos de velocidad que el WiFi, donde con estas conexiones inalámbricas, y en la mayoría de los casos, no alcanzan a explotar todo su potencial porque son afectadas por distintos obstáculos que limitan el alcance de nuestra red inalámbrica (puertas, techos y otras barreras del entorno); pero eso no quiere decir que la inalámbrica sea una mala opción. Todo lo contrario.
Para la conexión por cable, por su parte, lo que vemos es que esta es una forma de estar conectado a Internet desde tu hogar a través de un cable que permite conectar una serie de dispositivos con puerto Ethernet a la red. Su principal ventaja es que te permite estar conectado con el 100% de la banda ancha contratada con el router, lo que intensifica la señal ya que evita las mencionadas interferencias y barreras que suelen suceder con el WiFi.
De todos modos, es cierto que con ella la comodidad no es la mejor. Esto es porque aquí aparece la molestia del cable que limita la movilidad de los usuarios, al tiempo que, según para quién, puede ser antiestético ya que tendremos que tener una red cableada por toda la casa.
La seguridad, clave para el cable de red: posee menos riesgos
Entonces, si queremos transferir archivos a máxima velocidad entre dispositivos, el cable de red Ethernet será lo más adecuado antes que el WiFi. Aquí la velocidad que tengamos contratada para acceder a Internet no tiene importancia, así que buscaremos el máximo rendimiento del cable.
Pero, ¿qué hay de la seguridad? Aquí vale la pena mencionar que las conexiones inalámbricas son más débiles comparándolas con Ethernet. Existen numerosos tipos de ataques que pueden realizarse de manera remota, tanto para desautenticar un dispositivo como para romper la clave de cifrado e ingresar a una red.
Además, con mayor o menor medida de éxito, un atacante podría bloquear este tipo de comunicaciones inalámbricas a través jammers o inhibidores de señal. En este sentido, como tal, podemos contar con ataques tan comunes como el que utiliza los falsos puntos de acceso a partir de los cuales la víctima queda conectada con el atacante quien puede espiar su tráfico y robar sus datos.
Estos ataques son imposibles de hacer de forma remota a través de una red Ethernet, ya que solo podrían realizarse si se tuviese acceso físico. Debido a esto, las conexiones por cable son más seguras que las comunicaciones inalámbricas, dado que posee menor riesgo de sufrir incidentes.