Maquinaria pesada retiró este martes en el centro de la ciudad estadounidense de Seattle los bloques de concreto instalados como barricadas alrededor de la zona conocida como ‘Protesta Organizada de Capitol Hill’ (CHOP, por sus siglas en inglés).

En un video publicado por una periodista local se puede ver como trabajadores del Departamento de Transporte de la ciudad limpian la intersección de las calles 10th Avenue y Pine Street.

Los manifestantes no trataron de impedir los trabajos de desmantelamiento, pero minutos después volvieron a levantar barreras con los objetos que pudieron encontrar, como contenedores de basura, sofás y sillas.

El mismo día, la alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, pidió al Consejo Municipal que expulsara a una de sus miembros, la socialista Kshama Sawant, una de los líderes de la CHOP. En una carta a la presidenta del Consejo, Lorena González, la alcaldesa explica que tal medida puede ser empleada en respuesta a «la alteración del orden público» y asevera que las acciones de Sawant «socavan la confianza pública en las instituciones».

Asimismo, Durkan acusó a Sawant de haber conducido, el pasado domingo, a una multitud de manifestantes hasta su domicilio y luego haber pronunciado allí un discurso. De acuerdo con la ley, el lugar de residencia de la edil es información clasificada y no puede hacerse público.

«Todos nos hemos unido a cientos de manifestaciones en toda la ciudad, pero la miembro del consejo Sawant y sus seguidores decidieron hacerlo despreciando de manera temeraria la seguridad de mi familia y de mis hijos», señaló Durkan, que indicó que algunos manifestantes vandalizaron su vivienda «pintando obscenidades con espray».

Manifestantes levantan barricadas y declaran una ‘zona autónoma’ sin policía en Seattle: ¿qué pasó y cuáles son sus demandas?

La continua protesta en la principal ciudad del estado de Washington, inicialmente conocida como ‘Zona Autónoma de Capitol Hill’ (CHAZ, por sus siglas en inglés), empezó a inicios de junio como parte de las manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial organizadas tras la muerte de George Floyd durante un arresto policial en Mineápolis.

Inicialmente, Durkan respaldó las protestas y previó que la urbe podría «vivir un Verano del Amor», en alusión a la concentración que en 1967 reunió a miles de personas, en su mayoría hippies, en San Francisco (California). Esas declaraciones le valieron a la alcaldesa las críticas del presidente Donald Trump, quien calificó a los participantes de la acción en Seattle de «anarquistas» y «terroristas [que] queman y saquean» ciudades estadounidenses.