El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, provocó una aglomeración de cientos de personas este domingo en la ciudad de Río de Janeiro tras encabezar una caravana de motociclistas. El mandatario se abstuvo de usar mascarilla y saludó a la multitud, concentrada sin respetar las medidas sanitarias para evitar contagios por covid-19, en momentos en que se alerta de una posible tercera ola de la enfermedad en el país.

Bolsonaro recorrió varios sitios emblemáticos de la ciudad acompañado de sus partidarios y una multitud de motociclistas provenientes de distintas partes del país, que bocinaron y cargaron banderas de Brasil. El convoy recorrió un trayecto de cerca de 60 kilómetros, informaron medios locales.

El paseo estuvo seguido de un discurso del líder brasileño a sus simpatizantes que tuvo la participación del ministro de Infraestructura, Tarcísio de Freitas, y el exministro de Salud Eduardo Pazuello. Entre tanto, los detractores del presidente golpearon sartenes y lanzaron insultos desde sus balcones en protesta.

Un decreto en vigor del Gobierno de Río de Janeiro prevé el uso obligatorio de tapabocas en cualquier ambiente público y un distanciamiento social mínimo de 1,5 metros, determinaciones que fueron irrespetadas por muchos de los presentes. Asimismo, se mantienen prohibidos los eventos en áreas públicas hasta el 31 de mayo.

La Comisión de Investigación Parlamentaria (CIP) del Senado sobre la gestión de la pandemia deberá pedir a la prefectura de la ciudad que esclarezca los hechos, según informó el senador Randolfe Rodrigues. Bolsonaro fue multado recientemente por el estado de Maranhao, en el noreste de Brasil, por causar aglomeraciones y no usar mascarilla.

Hasta este sábado, el estado de Río de Janeiro acumula 49.438 muertes y 839.623 casos de covid-19. La tasa de ocupación de sus unidades de cuidado intensivo está en el 84 % . Desde que comenzó la pandemia, el gigante latinoamericano ya tiene más de 16 millones de casos de covid-19 y casi 450.000 muertes.