La grabación muestra que las áreas residenciales de la urbe, así como las zonas cercanas a la planta metalúrgica Azovstal, donde aún permanecen bloqueados los combatientes de Azov, junto a mercenarios, fueron prácticamente eliminadas. Las edificaciones de los lugares sobrevolados presentan rastros de impactos de artillería, mientras la infraestructura básica quedó reducida a escombros.

Ventanas sin cristales, casas sin techos y paredes negras a causa de las explosiones forman parte ahora del nuevo paisaje urbano. Por lo visto, antes de quedar destruidas por completo, las viviendas fueron pasto de las llamas.

Los residentes de Mariúpol acusan a los nacionalistas ucranianos de usar a la población civil como escudos humanos y detonar edificios. Asimismo, denuncian los bombardeos por parte de las fuerzas ucranianas. Sin embargo, a pesar de la grave situación en la ciudad, numerosos vecinos se niegan a abandonarla, destacando que es su casa y el lugar donde nacieron.

Por su parte, el Ejército ruso intenta restablecer el orden en la urbe y procura que la vida de sus habitantes vuelva a la normalidad lo antes posible. Este jueves, el Ministerio de Defensa ruso anunció la liberación de la ciudad, remarcando que «a día de hoy, todo Mariúpol está bajo el control del Ejército ruso y la milicia popular de la República Popular de Donetsk, y el territorio de la planta Azovstal, con los restantes nacionalistas y mercenarios extranjeros detectados, está bloqueado de forma segura».