Los miembros de la selección de fútbol de Belice vivieron un «momento de intenso miedo» cuando el bus en que se movilizaban fue detenido por un grupo de insurgentes armados en Haití, informó la Federación de Fútbol de Belice (FFB) en un comunicado.

El hecho ocurrió en la mañana de este lunes, poco después que la escuadra llegara a la nación insular y fuera trasladada a un hotel en Puerto Príncipe, para disputar en estos días un partido de las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022.

«A pesar de la escolta policial de cuatro hombres, el autobús del equipo fue detenido por un tumulto de insurgentes con rifles de asalto y en motocicletas. Los escoltas policiales se vieron obligados a negociar con ellos para que el autobús continuara su viaje hacia el hotel», sostuvo la FBB.

La entidad beliceña aseguró que todos los jugadores del equipo nacional se encuentran «a salvo». No obstante, expresó su «decepción y disgusto» y entró en contacto con las autoridades de la FIFA y la Concacaf para «llevar a los jugadores a un entorno más seguro». «Es desafortunado que nuestro equipo se haya enfrentado a una experiencia tan traumática», planteó la FBB. Al respecto, el capitán del equipo, Deon McCauley, confesó que había sido «un momento de intenso miedo».

Según el canal de televisión Belize News 5, un alto comisionado de la FIFA está llevando a cabo una investigación para determinar si el encuentro entre Belice y Haití, programado para este jueves 25 de marzo, puede llevarse a término con garantías de seguridad para todos los jugadores. Hasta que se tome una decisión final, la selección de Belice deberá permanecer en la capital haitiana para evitar enfrentar sanciones por abandonar el país prematuramente.