Una semana de combates por Nagorno Karabaj: lo más importante a día de hoy
La región de Nagorno Karabaj sigue siendo el epicentro de enfrentamientos bélicos entre Armenia y Azerbaiyán desde que el 27 de septiembre el antiguo conflicto entre las dos etnias estallara con nueva fuerza. Ambos países se acusan mutuamente de la escalada y han sufrido pérdidas tanto entre soldados, como entre la población civil.
Según datos para este sábado, Armenia ha reportado 207 bajas entre sus militares desde el inicio del conflicto, número que Azerbaiyán estimó en 2.300 el 30 de septiembre. Bakú, por su parte, solo ha compartido infomación sobre 22 muertos entre la población civil azerí —entre ellos dos niños— y 74 heridos para este domingo a causa de los ataques de Armenia. En cuanto a las pérdidas entre militares azeríes, solo hay datos provenientes de Ereván, de acuerdo con los cuales el 3 de octubre murieron entre 440 y 450 personas, aumentando el total a alrededor de 2.745 fallecidos.
Las autoridades de Azerbaiyán han denunciado esta jornada que en los últimos días más de 10.000 proyectiles impactaron contra las ciudades y aldeas del país. En un ataque de misiles contra Ganyá, la segunda ciudad más grande de Azerbaiyán situada a 60 kilómetros de la frontera con Armenia, del que Bakú responsabiliza a Ereván, un civil ha muerto y cuatro han resultado heridos. Otras localidades afectadas son Horadiz, Beilagan y Terter.
Por su parte, desde el Ministerio de Defensa de Armenia han reiterado este domingo que Ereván no perpetra ataques hacia Azerbaiyán. El ministro de Defensa, David Tonoyán, ha declarado que «desde el territorio de Armenia no se ha llevado a cabo ningún ataque contra Azerbaiyán, ni de artillería ni de misiles».
Armenia, a su vez, responsabiliza a Bakú de los ataques contra aldeas y localidades no solo en Nagorno Karabaj, sino en su propio territorio, como en la región de Vardenis. «Si para los dirigentes políticos y militares de Azerbaiyán las ciudades de Stepanakert, Martuni, Gadrut, Martakert y otras localidades son zonas permitidas para operaciones de combate, el Ejército de Defensa de Nagorno Karabaj responde muy fuerte con sus acciones profesionales. Las consecuencias para Azerbaiyán serán terribles», aseveró Tonoyán.
Stepanakert, bajo fuego
Desde el inicio de las hostilidades bajo fuego también quedó la capital de la no reconocida república de Nagorno Karabaj, Stepanakert, que denunció bombardeos de Azerbaiyán. Este domingo varias explosiones han sacudido la ciudad, mientras que los ataques de artillería dejaron en llamas una central eléctrica y causaron daños en edificios residenciales.
Los residentes locales se esconden en los sótanos y tratan de abandonar la ciudad, donde se producen cortes de electricidad e Internet en medio de los combates entre las fuerzas de Azerbaiyán y Armenia por la región en disputa.
El presidente de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, Araik Arutiunián, directamente tachó al Ejército de Azerbaiyán de «terrorista» por atacar a los residentes de Stepanakert con el uso de sistemas de misiles Polonez y Smerch, y aseveró esta jornada que a partir de ahora las instalaciones militares de Azerbaiyán en ciudades grandes «son blancos del Ejército de Defensa» de Nagorno Karabaj. En ese sentido, pidió a los azeríes que abandonen «urgentemente» estas ciudades para evitar posibles víctimas entre civiles, aunque ordenó el cese del fuego contra blancos militares de Ganyá para que no haya muertes entre la población civil.
Acusaciones de genocidio
Ambos países se acusan mutuamente de provocaciones a gran escala y desinformación sobre lo que está pasando. Mientras la comunidad internacional insta a ambas partes a deponer las armas y cesar el fuego, el único país que ha expresado abiertamente su apoyo a una de las partes, Azerbaiyán, ha sido Turquía, que exige «que Armenia se retire de los territorios ocupados» para así restablecer la paz y estabilidad en el Cáucaso.
Ereván denunció que Turquía brinda un apoyo directo a su aliado: el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, declaró que cerca de 150 militares turcos de alto rango se encuentran en Azerbaiyán para dirigir las operaciones de Bakú contra Nagorno Karabaj.
Además, afirmó que las acciones de ambos países buscan «la continuación del genocidio de los armenios«, acusación tachada este domingo de «absurda» por el Ministerio de Exteriores azerí, que subrayó que sus fuerzas luchan únicamente «en su territorio soberano para restaurar la integridad territorial del país dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente».
«En lo que concierne a las absurdas opiniones del primer ministro armenio sobre la política de ‘genocidio contra los armenios’, subrayamos que a diferencia de Armenia, que cometió crímenes de guerra contra la población azerí, crímenes de lesa humanidad y el genocidio de Joyali, la parte azerí responde a esos ataques de conformidad con el derecho internacional humanitario y no tiene como blanco a los civiles«, indica el comunicado.
El Ministerio de Exteriores de Azerbaiyán, además, también sostiene que Ereván busca involucrar en el conflicto actual a una tercera parte. En el país decretaron una movilización parcial.
Entre tanto, en Armenia decretaron el estado de guerra, pusieron en alerta máxima las Fuerzas Armadas y anunciaron el reclutamiento de toda la población masculina entre 18 y 55 años apta para el combate. También se restringió la salida del país para los hombres pertenecientes a ese rango de edad, que actualmente solo pueden irse de Armenia si reciben el permiso de los comisariados militares.
Según la parte armenia, en una semana de combates Azerbaiyán ha perdido 355 vehículos blindados, 123 drones, 14 aviones, 14 helicópteros y 4 sistemas de misiles Smerch. Azerbaiyán, a su vez, afirmó que según sus datos, para este sábado, Armenia perdió hasta 230 tanques y vehículos blindados, 250 sistemas de artillería, 38 sistemas de defensa antiaérea, 10 puestos de control y vigilancia, 7 almacenes de municiones, más de 130 automóviles y un sistema de misiles S-300.
La historia del conflicto
Poblado históricamente por armenios, durante la época de la Unión Soviética Nagorno Karabaj estaba administrativamente sujeto a Azerbaiyán, aunque gozaba de cierto nivel de autonomía.
A finales de los años 80, las relaciones entre armenios y azerbaiyanos empeoraron hasta producirse enfrentamientos entre las dos etnias, y en febrero de 1988 el enclave autónomo predeterminó su salida de la entonces república soviética de Azerbaiyán, al solicitar formalmente ser parte de Armenia. Luego, en julio del mismo año, anunció su salida unilateral de Azerbaiyán.
Cuando en 1991 Azerbaiyán anunció su independencia de la URSS, la región —que en 1989 tenía 189.000 de habitantes, un 77 % de los cuales eran armenios— también se proclamó independiente y pasó a llamarse República de Nagorno Karabaj, no reconocida al día de hoy.
Después de las hostilidades que se desarrollaron entre 1992 y 1994, Azerbaiyán perdió el control sobre Nagorno Karabaj y siete distritos circundantes. Desde 1992, en la resolución del conflicto trabaja el Grupo de Minsk de la OSCE, copresidido por Rusia, EE.UU. y Francia. El grupo también incluye a Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Alemania, Italia, Suecia, Finlandia y Turquía.