«Una nueva etapa en las relaciones bilaterales»: Putin llega a China por primera vez en dos años. ¿Qué está sobre la mesa?

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha llegado a China este viernes en visita oficial para asistir a la inauguración de los XXIV Juegos Olímpicos de Invierno, que arrancan el 4 de febrero en la capital asiática, y llevar a cabo importantes negociaciones en diversos ámbitos de interés común entre ambas potencias mundiales. Esta será la primera vez que el líder ruso se reúna personalmente en Pekín con su homólogo chino, Xi Jinping, desde el inicio de la pandemia de coronavirus.

«Se abordará una amplia gama de temas relacionados con la cooperación práctica en los ámbitos comercial y económico, energético, financiero e inversor, científico y técnico, así como humanitario», informa el Kremlin.

La carta de Putin al pueblo chino y la comunidad internacional

En vísperas de su visita a Pekín, el mandatario ruso publicó una carta dirigida a los lectores chinos e internacionales de la agencia Xinhua, en la que destacó la centenaria amistad y la creciente confianza entre los dos Estados vecinos.

Putin abordó allí múltiples asuntos que interesan en común a los gigantes de Eurasia, entre ellos la cooperación en niveles bilateral, regional y mundial, la importancia de las tecnologías e inversiones chinas en el desarrollo de Siberia y el Oriente Lejano ruso, así como el reforzamiento de las relaciones comerciales y la mitigación de los impactos negativos causados por las sanciones unilaterales.

El formato de la reunión

Las negociaciones comenzarán el 4 de febrero, antes de la ceremonia de apertura de los JJ.OO. Luego, durante un almuerzo oficial, los líderes hablarán cara a cara sobre los temas más acuciantes. Este formato facilitará una comunicación más franca y confidencial entre Vladímir Putin y Xi Jinping, reveló el asesor del presidente ruso en materia de política internacional, Yuri Ushakov, quien lo acompañará en su visita al país asiático.

Anteriormente, el mandatario ruso subrayó el «importante papel estabilizador» de ambas naciones en el actual entorno internacional, dirigido a facilitar la democratización e inclusividad de las relaciones interestatales.

La agenda

Son muchos los planes que se buscará acordar el 4 de febrero. En el marco de estas negociaciones, está previsto suscribir al menos 15 «convenios bilaterales, incluidos intergubernamentales, interdepartamentales y comerciales», detalló Ushakov, sin especificar de qué tratan dichos convenios. Sin embargo, el asesor presidencial recalcó que todos ellos «contribuirán al futuro desarrollo de las relaciones entre Rusia y China en diferentes ámbitos».

«Al trabajar juntos podemos lograr un crecimiento económico sostenido y aumentar el bienestar de nuestros ciudadanos, reforzar nuestra competitividad y defendernos conjuntamente de los riesgos y desafíos modernos», aseveró, a su vez, el jefe de Estado ruso.

Los suministros de gas

Durante las conversaciones se prestará especial atención a la cooperación energética entre ambas naciones. Hasta la fecha hay un solo gasoducto que une a Rusia con China, el «Fuerza de Siberia», inaugurado en diciembre de 2019 en virtud de un contrato de 30 años.

Actualmente siguen en marcha otros dos proyectos para facilitar el suministro de gas natural al gigante asiático: uno es la llamada «ruta occidental», a través del territorio mongol, y el otro tiene punto de partida en yacimientos situados en el Extremo Oriente ruso, incluida la isla de Sajalín, detalló el embajador ruso en China, Andréi Denísov.

Sin terceros en discordia

Las relaciones entre Rusia y China «no están influenciadas por terceros países ni van dirigidas contra nadie», subrayó Ushakov. «La colaboración ruso-china es un factor importante para el desarrollo mundial sostenible», así como necesario para «hacer frente a las actividades destructivas de ciertos países», agregó.

Se prevé que al finalizar las conversaciones en Pekín, los líderes anuncien una postura conjunta respecto a las relaciones internacionales y el desarrollo mundial sostenible. El documento, que «reflejará los puntos de vista comunes de Rusia y China sobre los problemas globales más importantes, incluyendo las cuestiones de seguridad», ya está preparado, dijo el diplomático.

El inicio de una nueva época

Aunque por razón de las restricciones sanitarias Vladímir Putin y Xi Jinping no se han encontrado personalmente durante la pandemia, «ambos líderes permanecieron en contacto continuo a lo largo de los dos últimos años», aseguró Yuri Ushakov al considerar la próxima cumbre como una nueva etapa en el desarrollo de la colaboración entre las dos grandes potencias.

Con la ratificación el próximo 28 de febrero del Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa entre la República Popular China y la Federación de Rusia, firmado en 2001 y prolongado en junio del año pasado, «se iniciará una nueva etapa» en las relaciones entre ambos gigantes mundiales, señaló el asesor presidencial.