Una jueza estadounidense dimite tras proferir insultos racistas en el trabajo y asegurar que «todas las vidas importan»

Una jueza de distrito de Colorado (EE.UU.) renunció a su cargo luego de ser censurada por la Corte Suprema del estado por emplear en repetidas ocasiones la palabra ‘nigger’ —una forma despectiva de llamar a los afroamericanos— frente a sus colegas y empleados negros.

En una orden emitida el pasado viernes, la Corte Suprema de Colorado censuró públicamente a Natalie Chase, del Tribunal de Distrito del Condado de Arapahoe. El documento recoge un serie de «violaciones» que Chase habría cometido durante el ejercicio de su labor e incidentes en los que no «mantuvo los altos estándares de conducta judicial requeridos de un juez», recoge el diario New York Post.

En concreto, a principios de 2020, mientras conversaba con un exasistente legal y una facilitadora del Tribunal de Familia, Chase le preguntó a esta última —de raza negra— por qué los negros «pueden usar la palabra N [nigger] pero no los blancos, y si era diferente si la palabra N terminaba en ‘er’ [nigger] o en ‘a’ [nigga]». La orden recalca que durante el diálogo la togada pronunció el insulto racista «varias veces» y la empleada se sintió incómoda, además de «enojada y herida», pero no expresó su malestar a Chase por temor a represalias.

Chase también fue acusada de expresar su opinión sobre cuestiones raciales. En febrero de ese mismo año, discutiendo sobre la Super Bowl con varios compañeros de trabajo —entre ellos dos negros— durante un receso en la corte, afirmó despectivamente que ella «boicotearía» el evento deportivo porque se oponía a que los jugadores se arrodillaran durante el himno nacional en protesta por la brutalidad policial.

En mayo siguiente, dos empleados negros de la corte estaban en la sala del tribunal de Chase discutiendo las protestas del movimiento antirracista ‘Black Lives Matter’ (‘Las vidas de los negros importan’, en inglés), poco después de la muerte de George Floyd. Entonces, la jueza opinó que «todas las vidas importan» y que la conducta de los policías involucrados debía ser investigada.

Entre otras actitudes de mala conducta, la orden señala que Chase ordenó a su asistente hacer una investigación legal relacionada con un problema familiar y que repetidamente discutía asuntos personales en el trabajo «de una manera que no era digna ni cortés». Frente a las acusaciones, Chase afirmó no tener ninguna animadversión racial, pero reconoció que sus declaraciones quebrantaron la regla que obliga a los jueces a promover «la confianza pública en el poder judicial» sin manifestar «prejuicios basados en la raza o etnia». Asimismo, expresó su remordimiento, se disculpó por su conducta y acordó renunciar a su puesto.