«Un virus sin ruedas»: Crean un SARS-CoV-2 no infeccioso con un método que ya se demostró clave para combatir la hepatitis C
Un equipo de investigadores de la Universidad Rockefeller de EE.UU. y del Instituto de Virología e Inmunología de Suiza ha logrado crear una versión no infecciosa del SARS-CoV-2, causante del covid-19, que podría impulsar y facilitar las investigaciones del coronavirus, según se desprende del estudio, publicado este jueves en la revista científica Science.
«A fin de investigar un virus tan infeccioso como el SARS-CoV-2, los investigadores necesitan seguir protocolos laboriosos y tener acceso a laboratorios de alta bioseguridad», explica el comunicado de la Universidad. Con miras a reducir el riesgo relacionado con las investigaciones del covid-19, los científicos crearon replicones del SARS-CoV-2, unidades de ARN autoreplicantes no infecciosos pero idénticos al virus real.
El ARN de los replicones creados contiene toda la información necesaria para que el virus se replique, pero carece de los datos importantes para la producción de espículas, proteínas esenciales para la infectividad viral que permiten al virus entrar en las células y contagiarlas.
«Versión sin ruedas»
«Si comparamos el virus con un coche, hemos creado una versión sin ruedas. Tiene el motor y todas las partes que permitirían al coche moverse, pero, en realidad, no puede ir a ninguna parte«, explica Joseph Luna, uno de los autores del estudio.
Por regla general, los replicones se generan mediante la clonación de los genomas del ARN viral en fragmentos que se utilizan para crear artificialmente el ARN. Sin embargo, como señalan los científicos, el método no resulta adecuado para el ARN del coronavirus por su longitud, por lo que, en este caso, los científicos recurrieron a una plataforma especial que permitió reconstruir los genomas del coronavirus en fragmentos más pequeños usando levadura en vez de un tubo de ensayo. Además, como muchos ensayos se centran en la proteína como principal objetivo del tratamiento anticovid, los científicos decidieron colocarla separadamente junto a los replicones.
«Poderosa herramienta de investigación»
«Con este sistema los científicos podrán investigar el SARS-CoV-2 y sus cepas, probar medicamentos y evaluar los anticuerpos neutralizantes, todo de una forma más rápida y en condiciones de bioseguridad más relajadas«, afirmó Charles M. Rice, galardonado con el premio Nobel y uno de los autores principales del estudio.
Los replicones pueden servir de «poderosa herramienta de investigación poderosa» para descubrir el modo en el que el virus genera sus copias o encontrar compuestos capaces de bloquear su replicación. Según explican los científicos, el sistema de replicones ya se ha revelado fundamental en otras investigaciones conducentes al desarrollo de medicamentos contra otros virus, incluida la hepatitis C.