Un total de cinco personas han muerto, incluido el atacante, como consecuencia de un tiroteo perpetrado la tarde de este lunes dentro de una iglesia situada en Sacramento (California, EE.UU.), informan medios locales.

El presunto atacante disparó a sus tres hijos, todos menores de 15 años, y a otra persona presente y luego se quitó la vida. Según Rod Grassman, sargento de la oficina del alguacil, de momento se desconoce cuál es el móvil del crimen y qué relación tenía la víctima que no era parte de la familia.

«Otro acto sin sentido de violencia armada en EE.UU.», escribió en Twitter Galvin Newsom, gobernador de California. «Nuestros corazones están con las víctimas, sus familias y sus comunidades», añadió, detallando que están trabajando en estrecha colaboración con la policía local.