Un pueblo estadounidense queda lleno de ataúdes tras el paso del huracán Ida
Un mes después que el huracán Ida azotara la costa sur de Estados Unidos, las comunidades de Luisiana, uno de los estados más afectados, continúan sufriendo los efectos devastadores del desastre. Así, las calles de la pequeña localidad de Ironton se llenaron de docenas de ataúdes y lápidas provenientes de cementerios cercanos, según informó Independent.
Cuando el Ida llegó a ese lugar el pasado 29 de agosto, la población local soportó durante 15 horas vientos de hasta 240 kilómetros por hora, marejadas ciclónicas de 2,5 metros y lluvias torrenciales que provocaran inundaciones. Como consecuencia, algunas casas se derrumbaron o se partieron en dos y entre 30 y 40 ataúdes fueron desplazados fuera de las tumbas.
Durante el último mes, los habitantes de la localidad no han parado de limpiar las calles y remover los escombros que dejó el huracán, confiando en que más temprano que tarde lograrán recuperarse de los severos daños materiales y reparar sus viviendas. En particular, porque son bastante escépticos en cuanto a la llegada de alguna ayuda federal. «Realmente no creo que seamos una prioridad [para el Gobierno]», dijo uno de los pobladores, John Broussard.
Ironton se ubica en la orilla oeste del río Mississippi y está a solo 91 centímetros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en una zona proclive a las inundaciones. La población de la comunidad, que es actualmente de tan solo 150 personas, se había reducido ya drásticamente después que en 2005 fuera devastada la zona por el huracán Katrina.
El huracán Ida, que arrasó varios estados de EE.UU., produjo a su paso una marejada ciclónica e inundaciones que costaron la vida a no menos de 82 personas en diversos puntos del país.