Un matrimonio de la ciudad de Loveland en Colorado, EE.UU., ha demandado esta semana a un agente de la Policía que mató a tiros a uno de sus perros que se le acercó, según ellos, por curiosidad y con intención amistosa y juguetona, informa The Washington Post.

El hecho ocurrió en junio de 2019 cuando Wendy Love y su esposo Jay Hamm, los demandantes, se aparcaron en un predio vacío —que no era de su propiedad— para dejar descansar y dar de beber agua a sus tres perros.

Según se aprecia en un video grabado por la cámara corporal de Matthew Grashorn, el oficial que acudió al lugar para realizar una inspección, una de las mascotas se encontraba pacíficamente acostada en el suelo.

Al notar la presencia del uniformado, el perro se incorporó y corrió hacia él, quien reaccionó apuntándole con su arma reglamentaria e indicándoles a los dueños que llamen al animal. La pareja le hizo caso y el can regresó inmediatamente con ellos.

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Sin embargo, ese momento un cachorro de 14 meses de nombre Herkimer, cruce entre Staffordshire terrier y bóxer, se bajó de la camioneta de sus dueños y se acercó a Grashorn. El efectivo le disparó sin dudarlo en la cabeza y en el cuerpo.

A pesar de las desesperadas súplicas de Love, el agente no le permitió a la mujer socorrer a su mascota y llevarla con un veterinario. En vez de ello, le indicó a la dueña a que se mantenga alejada del perro ya que este se encontraba herido y, según él, podía atacarla.

Además, el oficial sostuvo que se defendió del animal porque su actitud le pareció amenazante. A su vez, sus superiores revisaron la grabación y no encontraron irregularidades en el actuar de Grashorn, quien sigue de servicio hasta el día de hoy.

Herkimer fue sacrificado cuatro días más tarde.

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