La noche previa al comienzo de la tercera etapa del Rally Dakar, disputada este martes 5 de enero, demandó mucho trabajo para los mecánicos de las motos, los cuatriciclos y los SSV/T3, luego de que los vehículos recibieran combustible adulterado con agua en uno de los puestos de repostaje.

Esta irregularidad se dio durante el recorrido de Bisha a Wadi-Ad-Dawasir, en Arabia Saudita, y una de las víctimas fue el estadounidense Andrew Short, ya que debió abandonar cuando su moto Yamaha se detuvo de manera sorpresiva y ya no pudo arrancarla.

Poco después, el campeón de las ediciones 2016 y 2019 del Dakar, el australiano Toby Price, sufrió problemas en el depósito trasero de combustible de su moto KTM, lo que le demandó más de media hora para poder repararlo.

Otro que tuvo problemas fue el austríaco Matthias Walkner, a quien se le detuvo la KTM y tardó 2 horas y 15 minutos para poder repararla y continuar la competencia.

Cuando los vehículos llegaron al vivac les hicieron los controles necesarios y fue entonces que descubrieron la presencia de agua en los sistemas de combustión, por lo que los tanques debieron ser totalmente vaciados. De acuerdo con los mecánicos, los principales problemas fueron sufridos por aquellos pilotos que tuvieron mayor cantidad de agua en sus tanques. En la moto de Price, por ejemplo, hallaron dos litros.

Por su parte, David Palmada, mecánico del equipo FN Speed Team, afirmó: «Hemos chequeado nuestros vehículos y están todos podridos». Además, denunció que en el motor halló otro elemento: parafina, una cera derivada del petróleo.

Fuera de carrera

Al comprobar qué fue lo que había causado el abandono de Short, su equipo pidió autorización a los organizadores para que el piloto pudiera retomar la carrera. Sin embargo, los comisarios rechazaron la propuesta.

El que sí pudo largar fue Price, quien recuperó el tiempo perdido, ganó la tercera etapa y se puso a solo 52 segundos del líder de la general, Skyler Howes, con una KTM.