La Policía estadounidense incautó en el sur de California alrededor de 375.000 plantas de marihuana por un valor estimado de 1.190 millones de dólares en una de las mayores operaciones de eradicación de cultivos ilegales de cannabis, informó el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles en rueda de prensa el 7 de julio.

En el marco del operativo, que arrancó el 8 de junio y duró diez días, las autoridades confiscaron 16 toneladas de marihuana, así como 65 vehículos, 180 animales y unos 28.000 dólares en efectivo. Alrededor de 130 personas fueron detenidas en los más de 200 lugares registrados por los agentes.

A pesar de que el estado de California legalizó la marihuana para uso recreativo en 2018, las autoridades alertan de la expansión de un mercado negro liderado por los cárteles.

Según Alex Villanueva, sheriff del condado de Los Ángeles, los miembros de estos cárteles amenazan a la población local y roban millones de litros de agua en medio de una grave sequía.

«Estamos muy cerca de conducir por la autopista y ver cuerpos colgando en los puentes. Eso es lo que se avecina», advirtió el alcalde de Lancaster, Rex Parris.

El cultivo ilegal de marihuana en la zona del valle de Antelope, al norte de Los Ángeles, se ha disparado durante la pandemia del covid-19. A pesar de las miles de plantas confiscadas, el operativo logró eradicar solo una fracción de las 500plantacionesilegales de marihuana que fueron avistadas durante la vigilancia aérea de la zona.

«Lo que queremos hacer es enviar un mensaje claro y potente a los cárteles y a quienquiera que realiza operaciones ilegales en el alto desierto: vuestros días han terminado y vamos a por vosotros«, dijo Villanueva.