Un intrépido aventurero bucea entre tiburones y sale ileso, pero termina hospitalizado por una araña venenosa

Un aventurero británico que se fue de vacaciones a Sudáfrica, donde se atrevió a nadar con tiburones, nunca se imaginó que la picadura de una araña resultaría más peligrosa y dolorosa que su hazaña con aquellos depredadores marinos.

Adam Knight, de 29 años, viajó en agosto de 2019 a la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal, donde nadó con delfines y ballenas jorobadas e incluso desafió a tiburones punta negra (‘Carcharhinus melanopterus’), sin sufrir ningún tipo de accidente o contratiempo. Sin embargo, en su último día en el país, Adam notó una ampolla en uno de sus dedos del pie izquierdo, pero asumió que era consecuencia de las aletas que había usado, recoge el diario Daily Mail.

Durante el vuelo de regreso a Reino Unido, Knight sufrió de sudores fríos y cansancio. Un día después de estar en casa, el 2 de septiembre, notó su tobillo izquierdo hinchado y su dedo ampollado «al doble de su tamaño normal». Su hermano lo llevó a un hospital, donde llegó «temblando de fiebre» y, según el propio Adam, su dedo había comenzado a «deshacerse«.

Después de contarle a los médicos sobre su reciente viaje a Sudáfrica, los especialistas concluyeron que había sido mordido por una araña venenosa, pero no sabían de qué tipo. Aunque la herida no resultaba mortal, era necesario drenar el líquido acumulado en el interior del dedo antes de que empeorara. Además, le advirtieron que si su cuerpo rechazaba el tratamiento y la infección se extendía, sería necesario amputarlo. Finalmente, después de tres días fue dado de alta con todos sus dedos ilesos, pero tuvo que regresar diariamente al hospital durante tres semanas para recibir antibióticos.

No obstante, y pese a haber superado la mordedura, Adam terminó nuevamente hospitalizado tan solo una semana después, debido a una herida seriamente infectada por la picadura de un mosquito. Los médicos tuvieron que extraerle un trozo de piel de la lesión, que se había inflamado en cuestión de días. «Me dijeron que lo que fuera que me hubiese mordido en Sudáfrica, había dañado mi sistema inmunológico. Todavía me estaba recuperando, así que no pude combatir la infección adecuadamente», explicó.

Con esta experiencia y después de haber buceado con tiburones, Knight no podía creer que algo tan pequeño como una araña pudiera haberle causado tanto dolor. «En Sudáfrica estuvimos buceando sin jaula en las profundidades, y de la nada un tiburón aparecía tres metros por delante de nosotros (…) Te dicen que los tiburones son cosas aterradoras, pero en realidad son muy incomprendidos, básicamente por la película ‘Tiburón’. En realidad, son esenciales para los ecosistemas marinos de todo el mundo», concluyó.

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