Una embarcación de unos seis metros de eslora y con el motor encendido terminó encallada en la playa de Altafulla, en Tarragona (Cataluña, España). A bordo había estado un pescador de 73 años que había caído al agua y que para sobrevivir tuvo que hacerse el muerto durante ocho horas, publicaron medios locales.

Al observar el bote, personal de Salvamento Marítimo organizó un operativo para tratar de hallar al tripulante. Sin embargo, quienes dieron con el hombre fueron tres personas, identificadas como Xabi, Eugene y Xabier, que el sábado 25 de julio habían salido a pescar por la zona.

De forma casual, pasaron cerca de donde estaba el pescador y lograron salvarle la vida. «Éramos el último barco que había en la zona», contaron. Agregan que el náufrago «tuvo la serenidad en todo momento y eso le hizo mantenerse a flote». «Estaba ya en las últimas, casi ahogado«, siguieron.

El hombre pudo ser sacado del agua gracias al uso de un aro salvavidas. Estaba débil y con signos de hipotermia, por lo que fue llevado de inmediato hasta el puerto, donde una ambulancia lo transportó hasta un hospital de la zona para iniciar el proceso de recuperación.