Unos 4.000 de surcoreanos huyeron este viernes de sus hogares en el condado en Uljin, después de que un gran incendio forestal arrasara una zona costera oriental, llegando momentáneamente a representar una amenaza para una central nuclear situada a 11.000 metros del foco del fuego, informó la agencia local Yonhap.

La cercanía del fuego obligó a reducir las operaciones de la planta nuclear al 50 %. Cientos de bomberos pudieron contener las llamas, que alcanzaron el perímetro de la planta, y solo después los vientos llevaron el incendio hacia el norte.

El fuego comenzó en una carretera cerca de una montaña en el condado de Uljin, en la provincia de Gyeongsang del Norte, a unos 330 kilómetros al sureste de Seúl. Desde allí se propagó rápidamente por la acción del viento, destruyendo al menos 50 casas y amenazando con convertirse en el mayor incendio forestal del país en una década.

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Hasta el viernes por la noche, alrededor de 1.100 bomberos, 30 helicópteros y 250 camiones contra incendios luchaban contra las llamas, concentrando sus esfuerzos en detener su propagación antes de que alcanzara una instalación de gas natural licuado cerca de la ciudad de Samcheok.

Pese a la envergadura del desastre, el incendió no dejó víctimas mortales ni heridos.