Un delfín varado en una playa de Texas muere luego que los bañistas lo empujaron al agua, lo rodearon y colocaron a niños encima del animal

La Oficina de Cumplimiento de la Ley del Servicio Nacional de Pesca Marina de EE.UU. ofreció una recompensa de hasta 20.000 dólares a cualquier persona que pueda ayudar a identificar a los bañistas que acosaron hasta la muerte a un delfín varado en la playa de Quintana, Texas.

El 10 de abril, una mujer llamó a la Red de Varamientos de Mamíferos Marinos de Texas para informar que un delfín, que fue visto por primera vez en la arena, estaba rodeado por una multitud que lo empujaba al agua.

Heidi Whitehead, directora ejecutiva de la organización mencionada, dijo a The Washington Post que se trata de algo habitual, puesto que «desafortunadamente, la gente piensa que están haciendo lo correcto y tratan de empujar al mamífero al agua». Sin embargo, según la funcionaria, cuando un delfín queda varado en la playa generalmente está herido o enfermo y podría tener dificultad para respirar, por lo que podría ahogarse si lo empujan de vuelta al agua.

Whitehead afirmó que un miembro del personal aconsejó a la mujer que llamó que pidiera a la multitud que llevara al animal a la orilla y le brindara ayuda manteniéndolo húmedo y dándole espacio hasta que llegaran los rescatistas. Sin embargo, los bañistas empujaron al animal bajo el agua, lo rodearon y colocaron a sus hijos encima para hacer «como si estuvieran montando un delfín».

Cuando los rescatistas llegaron a la playa donde se avistó al delfín, el mamífero ya no respiraba. Así, en palabras de Whitehead «la operación de rescate se convirtió en una misión de recuperación». Whitehead y su equipo recogieron el cadáver del animal para realizar una necropsia en su laboratorio. En la autopsia se demostró que el mamífero murió ahogado.

Whitehead lamentó la situación, afirmando que «una cosa es cuando los ciudadanos tienen buenas intenciones e intentan hacer retroceder al delfín porque no saben que no es lo correcto, pero esta es una situación completamente diferente, pues se trata de acoso», acto que según ella es «totalmente imperdonable».

«La parte más difícil para mí y mi personal fue solo pensar en el sufrimiento que ese animal sin duda soportó en sus últimos minutos de vida», aseguró.

  • En Estados Unidos los delfines están cubiertos por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos de 1972. Cualquier persona declarada culpable de acosar, dañar, alimentar o matar delfines salvajes puede recibir una multa de hasta 100.000 dólares o enfrentarse a un año de cárcel por infracción