Un ave de gran tamaño chocó contra un avión de la aerolínea sudafricana Airlink, desprendiendo el aspa de hélices, que rompió una ventanilla de la cabina.

La aeronave, un modelo Jetstream JS-4 que operaba un vuelo chárter privado, estaba aterrizando en la mina Venetia, en Sudáfrica, cuando el animal golpeó la hélice derecha, desprendiendo del ejeuna de las palas, que penetró en el fuselaje del avión, causando daños en el interior de la cabina, donde afortunadamente los asientos estaban desocupados.

Imágenes compartidas en páginas de aviación muestran trozos de la hélice incrustados en un asiento y fragmentos esparcidos por la cabina. La pala hizo un agujero en el fuselaje y rompió una ventana de la cabina.

La aerolínea confirmó el incidente, ocurrido el pasado 3 de enero, mediante un comunicado publicado en su página web e informó que «ninguno de los pasajeros ni miembro de la tripulación resultó herido«, a pesar de que «la aeronave sufrió daños considerables».

Por su parte, el director general de la aerolínea, Rodger Foster, comentó al medio TimesLIVE que los choques con aves son «comunes» en la industria de la aviación.

El avión permanecerá en la mina, mientras la Autoridad de Aviación Civil de Sudáfrica realiza la investigación correspondiente sobre el incidente y los técnicos evalúan los daños.

Se cree que el ave involucrado en el incidente es una avutarda kori, común en las sabanas del centro y sur de África. Esta especie forma parte de las aves voladoras más grandes del mundo, ya que un macho adulto puede pesar hasta 18 kilos y alcanzar una envergadura de 2,7 metros.