«Un acto bestial»: Condenada por asesinato, junto a su amante, la esposa del embajador griego encontrado calcinado en Brasil
El embajador griego Kyriakos Amiridis apareció carbonizado en diciembre de 2016 en el asiento trasero de un carro en el municipio de Nova Iguaçu, cerca de Río de Janeiro. Casi cinco años después, la Justicia condenó a Françoise de Souza Oliveira, mujer del diplomático, a 31 años de cárcel por asesinato, así como a su amante, Sérgio Gomes Moreira Filho, un policía militar que confesó el crimen.
Las investigaciones realizadas entonces detallaron que Amiridis, de 59 años, fue asesinado en el apartamento que tenía en Nova Iguaçu, municipio en el que vivían los familiares de su mujer, por un golpe con un objeto punzante –un cuchillo o una navaja– en el cuello. Después, fue introducido dentro del vehículo y arrojado debajo de un puente.
Corpo encontrado em carro carbonizado é do embaixador da Grécia Kyriakos Amiridis, diz polícia. Há uma suspeita de crime passional #TTsNewspic.twitter.com/M3zs2Yk8QM
— TTs Brasil: News 📰 (@TTsBrasilNews) December 30, 2016
El embajador estaba destinado en Brasilia, pero se encontraba en la capital estatal para pasar la fiestas navideñas junto a su mujer y su hija, de entonces 10 años. La última vez que se le vio con vida fue el 26 de diciembre. La propia Françoise comunicó a la Policía su desaparición y el día 29 se halló el coche.
«Las circunstancias del crimen son atípicas, ya que fue ejecutado durante las vacaciones navideñas, donde hay un acercamiento natural de las familias, y en este caso, esta familia fue desgarrada ante una brutalidad que se acerca más a un acto bestial», explicó en la sentencia la jueza Anna Christina da Silveira Fernandes tras un juicio que duró tres días.
«Meticulosamente premeditado»
La denuncia del Ministerio Público indicó que Françoise, que tenía 40 años, planeó al asesinato junto a su amante, de 29, y condenado a 22 años de reclusión, inicialmente en régimen cerrado.
El agente fue ayudado por un familiar, Eduardo Moreira Tedeschi de Melo, absuelto de la acusación de homicidio, pero condenado a un año de prisión abierta –una pena que ya ha cumplido– por ocultación de cadáver. Eduardo confesó que Françoise se había comprometido a pagarle 80.000 reales (unos 15.000 dólares al cambio actual) por su ayuda.
Las autoridades enseguida sospecharon que el motivo del crimen era financiero,y que Françoise y su amante pensaban quedarse con el dinero del diplomático.
«El crimen fue meticulosamente pensado y premeditado porque, según los testimonios recogidos, la imputada planificó y planeó, siendo la autora intelectual de todo el macabro complot», subrayó la magistrada.
Amiridis había sido cónsul en Río de Janeiro entre 2001 y 2004, y fue en aquella época cuando conoció a su mujer. En enero de 2006 asumió el cargo de embajador en Brasilia. La esposa del diplomático comenzó la relación con el policía seis meses antes del crimen, cuando él cuidaba la vivienda que el matrimonio tenía en Nova Iguaçu.