Turquía dice que su operativo aéreo en Siria e Irak se realizó conforme con el derecho a la «legítima defensa» de la Carta de ONU
El Ministerio de Defensa de Turquía aseguró este domingo que su operativo contra posiciones del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG) en el norte de Siria y en el norte de Irak se llevó a cabo de conformidad con el derecho a la «legítima defensa» en virtud del Artículo 51 de la Carta de la ONU.
Según el organismo, los ataques aéreos se realizaron con el fin de «prevenir ataques terroristas contra nuestro pueblo y fuerzas de seguridad», y para «garantizar la seguridad de las fronteras y destruir el terrorismo en su origen».
«Los refugios, búnkeres, cuevas, túneles y almacenes de los terroristas fueron destruidos con éxito. Los seguimos de cerca. La llamada sede de la organización terrorista también fue atacada y destruida», aseguró el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, citado por la agencia Anadolu.
«Solo se atacaron terroristas y sus escondites», aseguró el alto funcionario, agregando que el objetivo de Ankara es «garantizar la seguridad de nuestros 85 millones de ciudadanos y nuestras fronteras, y responder a cualquier ataque traicionero contra nuestro país».
Además, esta misma jornada el Ministerio publicó una foto del despegue de un avión de combate y aseveró que los autores de los «traicioneros ataques [serán llevados] ante la Justicia». Desde el Ministerio declararon que «los nidos de terroristas están siendo destruidos con impactos directos», y compartieron un video de la ofensiva a través de su cuenta en Twitter.
Por su parte, el portavoz de la alianza Fuerzas Democráticas Sirias –liderada por kurdos–, Farhad Shami, señaló que los aviones de la Fuerza Aérea de Turquía atacaron posiciones de la formación en tres localidades sirias.
Según Shami, los ataques se produjeron contra la ciudad de Kobane, en la gobernación de Alepo, y en las aldeas de Al Beilonya y de Dahir Al Arab.
Ankara lleva a cabo la ofensiva tras la explosión mortal en Estambul, detrás de la cual, según las autoridades turcas, están el Partido de los Trabajadores de Kurdistán y el Partido de la Unión Democrática, considerados por Ankara como organizaciones terroristas. La explosión ocurrió la tarde del 13 de noviembre y causó seis muertos y 81 heridos.