Un contingente de las fuerzas de Estados Unidos fueron blanco de un ataque en Siria, tras una explosión en las inmediaciones de la planta de gas de Conoco, situada en la provincia de Deir ez Zor, en el noreste del país. Un funcionario del Departamento de Defensa ha confirmado a Reuters que, según datos preliminares, no hubo heridos ni daños materiales.

Según reporta la agencia siria SANA, la explosión tuvo lugar cerca de la medianoche y se observaron «movimientos inusuales de las fuerzas de ocupación» estadounidenses después del estallido.

El miércoles, los diplomáticos y las tropas norteamericanas desplegadas en la región sufrieron tres ataques de cohetes y drones. En uno de ellos, al menos 14 cohetes impactaron contra una base aérea en Irak, dejando dos heridos entre el personal militar de EE.UU.

Nadie reivindicó los ataques, pero en EE.UU. creen que fueron milicias apoyadas por Irán que, a su vez, niega su relación con los ataques contra las fuerzas norteamericanas en Siria e Irak. Las milicias iraquíes prometieron tomar represalias después de que cuatro combatientes suyos murieran en las ofensivas estadounidenses en junio en la frontera sirio-iraquí.

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Actualmente en Siria se encuentran alrededor de 900 efectivos estadounidenses, desplegados tanto en el enclave de At Tanf en Homs, como en el noreste del país, donde pretenden «proteger» los pozos de petróleo y ayudar a las milicias kurdas de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés). Su presencia viola el derecho internacional y está en contra de la voluntad del Gobierno de Damasco, pero Washington insiste en que su presencia en el país árabe responde a la lucha contra el terrorismo como parte de una coalición internacional.