Transmiten en vivo en Polonia el desmantelamiento de un monumento a los soltados soviéticos que liberaron el país de los nazis
Un monumento en honor a los soldados del Ejército Rojo que liberaron Polonia, ocupada por los nazis durante más de 5 años, fue desmontado en directo este miércoles en la provincia polaca de Opole ya que «no hay lugar para símbolos con una estrella roja» en el país, informaron medios locales.
Durante la demolición del monumento en el pueblo de Chrowice, el presidente del Instituto de la Memoria Nacional, Karol Nawrocki, declaró: «No hay lugar para tales monumentos, para símbolos con una estrella roja en el espacio público de una Polonia libre, independiente y democrática. No hay lugar para las estrellas rojas en el espacio público de una Europa libre. No hay lugar porque detrás de este símbolo están los crímenes del sistema».
A su juicio, los símbolos del Ejército soviético fomentan el mal, ya que muestran que los «crímenes no han sido condenados». «El símbolo de la estrella roja, al igual que la esvástica alemana, es responsable del estallido de la Segunda Guerra Mundial», dijo Nawrocki.
El obelisco, de 5 metros de altura con una estrella roja y la inscripción en polaco y ruso: «Gloria eterna a los héroes del Ejército soviético fallecidos por la libertad de los pueblos en 1945», fue erigido en 1949 en el lugar donde murieron 620 soldados del Primer Frente Ucraniano. Posteriormente sus restos fueron exhumados y trasladados a un cementerio militar.
En 2016 el Gobierno polaco aprobó una ley que prohíbe la propaganda de los regímenes totalitarios, y ordenó retirar los monumentos que glorifican los sistemas totalitarios, entre los que incluye el comunismo. Sin embargo, según los datos del Instituto de la Memoria Nacional, siguen existiendo unos 60 sitios que contienen símbolos prohibidos.
«Intentos de reescribir la historia»
El jefe del Comité de Investigación de Rusia, Aleksánder Bastrykin, ordenó que se llevara a cabo una investigación sobre el hecho de demolición, ya que «tales acciones van en contra de los intereses de Rusia de preservar la memoria histórica de la actividad de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial y su papel en la victoria sobre el fascismo».
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha acusado repetidamente a varios países occidentales de tratar de reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial. Según unas declaraciones que hizo en 2020 en vísperas del 75.º aniversario del Día de la Victoria, Rusia no puede tener «ningún sentimiento de culpa», y las acusaciones a la Unión Soviética de preparar y desencadenar de la Segunda Guerra Mundial son un «delirio».
«¡No tenemos y no podemos tener ningún sentimiento de culpa! Pusimos 27 millones de vidas de nuestros ciudadanos, me refiero a las [vidas de los ciudadanos] de la Unión Soviética, en el altar de la Victoria», declaró el líder ruso.
«Acallaremos a aquellos que intentan reescribir la historia, tergiversarla y menospreciar el papel de nuestros padres y abuelos, nuestros héroes, que murieron defendiendo a nuestra Patria y casi a todo el mundo de la peste marrón», indicó Putin.