Todo en Nueva York es más grande, incluso la exposición de Van Gogh
Una enorme exposición inmersiva que celebra al artista Vincent van Gogh se apoyó en algunos talentos de Broadway para deslumbrar un poco más durante su visita a Nueva York.
Los productores de “Immersive Van Gogh” recurrieron al diseñador de escenarios galardonado con el premio Tony David Korins tras asegurarse un asombroso espacio de más de 21.000 metros cuadrados (70.000 pies cuadrados) para su exhibición en el bajo Manhattan, fácilmente el espacio más grande que haya tenido esta muestra.
“Querían algo más grande, más elegante, más profundo”, dijo Korins, quien ha diseñado escenografía para “Hamilton” y “Dear Evan Hansen” y es un fanático de Van Gogh de toda la vida. “Realmente quise tratar de encontrar una manera de ayudar a las personas en 2021 a verlo más como un humano”.
Korins agregó una instalación en el techo que usa casi 8.000 pinceles para reproducir de manera emocionante “La noche estrellada”; una estación que usa inteligencia artificial para ofrecer a los visitantes una carta personalizada de Van Gogh; la oportunidad de cocrear una obra con él en sus teléfonos, y cabinas que exploran la sinestesia del artista.
Corey Ross, el productor principal de “Immersive Van Gogh”, dijo que la exposición se apoya en cada lugar que visita y que Nueva York era el mayor desafío de cualquier ciudad donde se haya montado.
“La pregunta era realmente, ¿cómo incorporamos la esencia de Nueva York?”, dijo. “Y, por supuesto, David Korins es alguien cuyo trabajo adoro y es el mejor. Así que fue la primera llamada que hicimos”.
Se espera que algunos elementos del trabajo de Korins se agreguen a la muestra en sus próximas visitas a otras ciudades. La exposición ya se ha presentado en San Francisco, Chicago, Toronto y París, y el plan es llevarla a más de una docena de ciudades en Estados Unidos, incluyendo Los Ángeles, Dallas, Denver, Las Vegas, Minneapolis y Pittsburgh.
La esencia de la muestra es la misma en cada ciudad: una película digital de 38 minutos proyectada en el enorme espacio que entreteje de manera dinámica y elegante imágenes de las pinturas de Van Gogh en las paredes y el suelo con una banda sonora de música electrónica suave y un piano. Esas piezas fueron diseñadas por Massimiliano Siccardi, con música original de Luca Longobardi.
La llegada de este espectáculo a Nueva York se produce cuando la ciudad emerge de un bloqueo que cerró los eventos culturales para las multitudes. “Siento que este es un faro de esperanza grande y brillante para las artes en Nueva York”, dijo Korins.
Todos los visitantes deben usar mascarillas y las señales de distanciamiento social aparecen por toda la muestra. Korins se aseguró de que no fuera necesario tocar nada, excepto tal vez por los teléfonos móviles de los visitantes. Dijo que resulta apropiado que Van Gogh estuviera aislado a menudo: “Es un artista perfecto y este es un momento perfecto porque todos hemos estado luchando con el aislamiento”.
Últimamente ha habido una explosión de interés renovado en el artista posimpresionista holandés. “Immersive Van Gogh” es sólo una de varias exposiciones itinerantes que combinan su trabajo con tecnología. Incluso hay un rival en Nueva York a sólo unos kilómetros de distancia: “Van Gogh: The Immersive Experience”.
Los productores de “Immersive Van Gogh” en Nueva York tenían tanto espacio (la ubicación en el muelle 36 alguna vez albergó 25 canchas de baloncesto) que diseñaron tres galerías, cada una más grande que la otra, en las que los espectadores pueden pasear o sentarse en bancos y ver pasar la obra de Van Gogh.
Korins agregó a las galerías varias esculturas grandes con espejos — algunas curvas, otras rectas — que reflejan y refractan las imágenes digitales. Los visitantes también son recibidos en la entrada por uno de los últimos autorretratos de Van Gogh ampliado para percibir los matices y pinceladas del maestro.
Korins espera que los visitantes puedan salir con más conocimientos sobre Van Gogh que sólo el hecho de que fue el artista que se cortó una oreja y pintó “La noche estrellada”. Korins le recuerda a la gente que Van Gogh era un pobre que únicamente vendió una pintura en su vida. “Hizo tantos autorretratos porque no tenía dinero para pagar los modelos”, dijo. “Pintó girasoles porque eran gratis”.
Una de las adiciones más notables intenta poner a los espectadores dentro de la mente de Van Gogh, quien tenía una forma de sinestesia llamada cromestesia en la que podía escuchar el color y ver el sonido. El público recorre 10 cabinas basadas en los colores más utilizados en sus pinturas y obtiene una experiencia de luz y sonido que imita cómo reaccionan las personas con cromestesia a ciertos colores.
“Esa condición ahora se considera un don”, dijo Korins. “Pero él fue completamente incomprendido. Y aquí hay una manera en la que puedes adentrarte en la experiencia”.