Una mujer sufrió un ataque de tiburón en Crescent Head (Australia) el 21 de abril. Los dientes del depredador dejaron cuatro laceraciones profundas en la pie de la víctima que tuvo que ser hospitalizada.

El ataque se produjo por la mañana, cuando la mujer se bañaba cerca de la rampa de botes. Uno de los testigos informó que vio una aleta del tiburón en el agua mientras que otro afirmó que tras el ataque vio al escualo a la entrada del estuario. Los presentes en la playa prestaron primeros auxilios a la mujer.

Tras el ataque la playa fue cerrada al baño. Los socorristas informaron que vieron a varios tiburones a vista de dron durante la semana anterior al ataque y explicaron su aparición con grandes cantidades de mújoles en las aguas en este período.