The Telegraph: Reino Unido compró publicidad en redes sociales rusas para promover su postura frente al conflicto en Ucrania
El Gobierno del Reino Unido compró publicidad en las redes sociales rusas para promover la postura de Londres en el conflicto en Ucrania, según reporta el diario The Telegraph.
De acuerdo con el medio, un centro de información gubernamental recientemente creado por iniciativa de la ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, dedicado a «refutar las narrativas falsas del Kremlin» instruyó a agencias de publicidad a distribuir en las plataformas en línea rusas declaraciones del primer ministro Boris Johnson sobre la situación en Ucrania.
Entre los motivos para esta campaña estaría el bloqueo de Twitter, Facebook e Instagram en territorio ruso.
Acorde al informe de The Telegraph, el órgano, llamado Célula de Información del Gobierno de Rusia-Ucrania, cuenta con empleados que representan a varios departamentos gubernamentales, incluidos los ministerios de Exteriores, Defensa, Interior y el de Tecnologías Digitales, Cultura, Medios y Deportes, así como a la Oficina del Gabinete. Asimismo, según Daily Mail, es la primera vez que una unidad de este tipo opera en el país desde la Guerra Fría.
Por su parte, desde la red social rusa VK declararon que la información proporcionada por The Telegraph «no es cierta». «La promoción en nuestras plataformas publicitarias está sujeta a moderación obligatoria. Solo los anuncios que cumplen con las reglas de VK y la legislación rusa pueden mostrarse en los recursos de VK y la red de publicidad», señaló la compañía, citada por TASS.
Tras el inicio de los combates en Ucrania, los usuarios rusos de Facebook, YouTube y Twitter empezaron a ver con frecuencia publicidad con imágenes y videos que supuestamente mostraban a soldados rusos muertos, mutilados o capturados e interrogados por las fuerzas ucranianas. Atribuidos a la campaña del Gobierno ucraniano para influir en la opinión pública de la población rusa, estos anuncios podrían violar los Convenios de Ginebra, afirmó a principios de marzo The Washington Post.