Suiza apoyará desarrollo de vacuna cubana contra COVID-19
Un científico suizo en representación de una organización de ese país y colegas cubanos informaron el viernes que la vacuna contra el nuevo coronavirus en la que se trabaja en la isla contará con financiamiento gubernamental y privado de la nación europea.
“Puedo decir que estoy extremadamente satisfecho de mi visita, ahora soy mucho más optimista sobre las posibilidades reales que tienen las vacunas cubanas para ser un arma eficaz en el enfrentamiento a nivel mundial al COVID-19”, dijo durante una conferencia de prensa el doctor Franco Cavalli.
Junto al médico estuvo el embajador suizo en Cuba, Mauro Reina, y el científico cubano Agustín Lage.
Cavalli, un destacado oncólogo, dirige una organización en su país llamada MediCuba. Fue creada en 1992 y recibe fondos de la Agencia para la Cooperación Suiza (Cosude) y aportes privados. Hay también secciones de su institución en países europeos y –pese al nombre– el gobierno de la isla no tiene participación en ella, aunque se coordina para el trabajo conjunto, explicó el especialista.
Desde que comenzó la pandemia en la isla en marzo pasado, MediCuba entregó a La Habana 600.000 euros para insumos como pruebas diagnósticos, respiradores y tecnología.
Ahora se acordó apoyar al estatal Instituto Finlay, donde se desarrollan dos posibles vacunas, una de ellas en avanzado proceso de ensayos clínicos llamada Soberna 01, que según los protocolos podría estar lista para febrero o marzo de 2021, informaron recientemente las autoridades.
El financiamiento suizo sería “sobre todo para comprar equipos que son necesarios para medir los efectos de la vacuna en la sangre, que permiten ver exactamente cómo se distribuyen las distintas familias de linfocitos… después que la persona fue vacunada”, explicó Cavalli. “Eso es algo esencial”.
Cavalli no especificó el monto de la cooperación prevista y dijo que su viaje le permitirá llevar a las juntas directivas de la ONG un panorama de los requerimientos para que sean aprobados.
Según explicó, la ventaja del candidato vacunal cubano estriba en que no trabajo con el virus vivo, sino con un fragmento de éste y por su formulación podría no tener que usar las cadenas de frío de otras que se están desarrollando en el mundo.
El científico suizo indicó que se había reunido con sus pares en la isla y con funcionario de la Organización Panamericana de la Salud, y visitado varias de las instituciones que trabajan en las vacunas.