Stoltenberg insta a aumentar la presencia de la OTAN en el Ártico por Rusia y China

El aumento del interés en el Ártico por parte de Rusia y China requiere de medidas más activas en la región de parte de la OTAN, expresó el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, en una entrevista concedida a Welt am Sonntag.

«La OTAN debe aumentar su presencia en el Ártico», declaró Stoltenberg, agregando que la alianza ya está invirtiendo en fuerzas de reconocimiento marítimo «para poder tener una imagen clara de lo que ocurre en el extremo norte», y va a seguir intensificando sus esfuerzos.

El secretario general de la OTAN denunció «un aumento significativo de la presencia militar de Rusia en el Ártico» y afirmó que Moscú está en el proceso de «reabrir las bases de la época soviética y de desplegar y probar allí nuevas armas de última generación, como misiles hipersónicos«.

Mientras, China también se muestra cada vez más interesada en la región norteña, donde busca explotar los recursos naturales y establecer una «Ruta de la Seda polar» que le facilitaría rutas marítimas más cortas hacia Europa.

Además de que el Ártico se hace más importante para la navegación debido al calentamiento global y el deshielo, es de «gran importancia estratégica» para la OTAN al ser un «vínculo crucial entre América del Norte y Europa«, indicó Stoltenberg, quien también recordó que se trata de «la distancia más corta entre América del Norte y Rusia».

Durante la visita de Vladímir Putin a China el 4 de febrero, el presidente ruso acordó con su homólogo Xi Jinping promover la cooperación bilateral en el ámbito del desarrollo sostenible del Ártico.

«Absolutamente legal y legítimo»

En mayo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, explicó que Rusia tiene el derecho a realizar actividades militares en el territorio en cuestión ya que es responsable de la seguridad de su costa ártica, por lo que todo lo que se hace allí «es absolutamente legal y legítimo».

En la nueva doctrina naval firmada por Putin el 31 de julio, se estipula «el desarrollo de la zona ártica de Rusia como una base estratégica de recursos y su uso racional».

Asimismo, la política oficial de Moscú en la región implica también «la explotación a gran escala de la plataforma continental rusa fuera de la zona económica exclusiva de 200 millas» de la nación «después de fijar su frontera exterior de conformidad con el artículo 76 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar del 10 de diciembre de 1982».

Además, la estrategia rusa incluye el desarrollo de la Ruta Marítima del Norte «como enlace de transporte nacional, competitivo en el mercado mundial».