Stellantis prevé 20 000 millones de euros por actualizaciones de software
La industria del automóvil se está transformando de una forma muy profunda y con una rapidez sorprendente. Las circunstancias lo exigen. El coche eléctrico es una herramienta valiosa en el marco de una estrategia global que persigue minimizar las emisiones contaminantes. Y el desarrollo del coche autónomo está siendo propulsado de una forma notable por los avances en inteligencia artificial y conectividad.
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Dadas las circunstancias el ‘hardware’ de los coches, entendiéndolo como el conjunto de sus componentes físicos, está perdiendo relevancia a la misma velocidad a la que el software y los servicios vinculados a la industria del automóvil la están adquiriendo.
El grupo Stellantis acaba de pronunciarse, y su apuesta no deja lugar a dudas: el software va a ser una fuente de ingresos fundamental para los fabricantes de coches.
Y, además, lo va a ser dentro de muy poco tiempo.
Este conglomerado empresarial aglutina marcas tan relevantes como DS, Citroën, Peugeot, Fiat, Alfa Romeo o Chrysler, entre muchas otras, y Carlos Tavares.
El director general del grupo, ha asegurado hace unos minutos que todas irán de la mano con un ambicioso objetivo común: incrementar los ingresos anuales de Stellantis en nada menos que 20 000 millones de euros.
Para 2030 gracias al empujón de las actualizaciones de software que recibirán sus coches.
Objetivo: mejorar la experiencia de los usuarios y catapultar los ingresos
Las cifras que maneja el grupo Stellantis marean.
De aquí a 2025 invertirá más de 30 000 millones de euros para afrontar la transformación de su porfolio de vehículos necesaria para desplegar la electrificación masiva que ya está en marcha.
Y también para hacer posibles las actualizaciones del software de los coches que, sobre el papel, permitirán a todas las marcas del grupo desarrollar notablemente sus prestaciones globales.
En este contexto el término ‘prestaciones’ no se ciñe únicamente a su rendimiento sobre el asfalto; condiciona todos los apartados que inciden de alguna forma en la experiencia que tenemos los usuarios.
Y es que lo que nos propone Stellantis es que «nuestros coches no sean únicamente un recurso para desplazarnos del punto A al B.
También deben ser un espacio personalizado en el que podamos desarrollar nuestra productividad, e, incluso, disfrutar nuestros momentos de ocio».
Este es el contexto en el que las actualizaciones de software están llamadas a tener en los coches una importancia similar a la que tienen actualmente en nuestros teléfonos móviles y ordenadores.
Cuando nuestro coche reciba una de ellas pondrá en nuestras manos, al menos en teoría, capacidades que antes no tenía.
Por lo que las mejoras del software no se limitarán únicamente a corregir aquellos errores que han sido identificados.
Según Stellantis en 2030 habrá aproximadamente 34 millones de coches conectados y monetizables.
En 2024 prácticamente todos los vehículos nuevos se podrán actualizar de forma remota.
Una de las características importantes que tendrán estas actualizaciones de software es que se podrán desplegar vía OTA (Over-The-Air).
Por lo que llegarán a los coches de forma inalámbrica y sin necesidad de llevarlos a un taller o conectarlos a un ordenador.
Stellantis aún no ha dado a conocer los detalles acerca de las actualizaciones de software que llegarán a sus coches durante los próximos años.
No sabemos en qué rango de precios se moverán, pero ha confirmado que pondrá a disposición de sus clientes varios servicios de suscripción, y también que lo que persigue.
En definitiva, es desconectar el ciclo de desarrollo del software del ciclo de evolución del hardware.
Para conseguirlo planea lanzar actualizaciones de software OTA frecuentes, de manera que en 2026 llegarán como mínimo cada tres meses.
Y a partir de 2030 serán mucho más frecuentes: «llegarán de una forma casi constante», ha asegurado uno de sus ejecutivos.
Aunque no lo han confirmado, esta estrategia nos invita a prever que posiblemente las suscripciones darán acceso a los usuarios de forma temporal a las actualizaciones.
De modo que para seguir actualizando un vehículo será necesario sostener la suscripción a lo largo del tiempo.
También cabe la posibilidad de que quien compre un coche de alguna de las marcas de Stellantis pueda pagar puntualmente una actualización de software que despliegue un paquete de mejoras concretas en su vehículo.
Os contaremos más tan pronto como tengamos más información acerca de las modalidades de suscripción que baraja este grupo automovilístico.
Es evidente que estamos a punto de presenciar cambios muy profundos en la industria del automóvil, y posiblemente no serán del agrado de todos los usuarios.
Dos apuntes interesantes antes de finalizar. Stellantis ha llegado a un acuerdo con Foxconn que permitirá a esta última desarrollar cuatro nuevas familias de chips.
Estos que cubrirán más del 80% de las necesidades de semiconductores de este grupo a partir de 2024.
Y ese mismo año también estarán disponibles tres nuevas plataformas tecnológicas que perseguirán desarrollar la inteligencia artificial de sus coches.
Y favorecer el despliegue a gran escala de las actualizaciones OTA a las que hemos dedicado la mayor parte de este artículo.