«¡Solo han pasado 50 años!»: Los Óscar piden disculpas a una actriz nativa americana que fue discriminada tras hablar en la ceremonia de 1973
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas publicó este lunes una carta en la que pide disculpas a Sacheen Littlefeather, la activista indígena que se presentó en la ceremonia de los Óscar de 1973 en nombre del actor estadounidense Marlon Brando para rechazar la estatuilla concedida al actor por su interpretación en ‘El padrino’ y denunciar el trato dado por Hollywood a los nativos americanos.
«Cuando usted subió al escenario de los Óscar en 1973 […] con motivo de la tergiversación y el maltrato de los pueblos nativos americanos por parte de la industria cinematográfica, hizo una poderosa declaración que sigue recordándonos la necesidad del respeto y la importancia de la dignidad humana», reza la misiva firmada por el entonces presidente de la academia, David Rubin.
La misiva, fechada el pasado 18 de junio, fue difundida esta semana junto con un anuncio de la institución que confirma que Littlefeather será la invitada principal de un evento organizado en el Museo de la Academia el 17 de septiembre para conmemorar el 50 aniversario del emblemático momento.
El breve discurso de la joven de 26 años fue aplaudido por algunos y recibido con abucheos y gestos racistas por otra parte del público. Según contó la propia activista, John Wayne, el icónico actor de la edad dorada del Western, tuvo que ser sujetado por seis guardias de seguridad cuando intentaba subir al escenario. Poco después, Clint Eastwood dijo en tono de broma cuando se disponía a entregar el premio a la mejor película: «No sé si debería presentar este premio en nombre de todos los cowboys disparados en todas las películas del oeste de John Ford».
Tras su polémica aparición en la academia, Littlefeather, que era miembro del Screen Actors Guild, sindicato estadounidense que velaba por los intereses de actores de cine y televisión, «fue boicoteada profesionalmente, atacada y acosada personalmente y discriminada» hasta el día de hoy, señala la carta.
«El maltrato que usted sufrió a causa de esta declaración fue infundado e injustificado», subrayó la academia, que admitió que «la carga emocional» que ha vivido la activista es «irreparable». «Durante demasiado tiempo no se ha reconocido la valentía que demostró. Por ello, le ofrecemos nuestras más profundas disculpas y nuestra sincera admiración», reza la carta.
En respuesta, Littlefeather dijo en tono de broma que los pueblos indígenas son lo suficientemente pacientes como para esperar esta reparación durante medio siglo.
«En cuanto a las disculpas de la academia, los indios somos gente muy paciente, ¡solo han pasado 50 años! Tenemos que mantener nuestro sentido del humor en todo momento. Es nuestro método de supervivencia», dijo Littlefeather. «Nunca pensé que viviera para ver el día en que se realizara este programa […] Esto es un sueño hecho realidad», declaró la activista, de 75 años.