Siete países señalan que el nuevo sistema de encriptación del servicio de mensajería de Facebook beneficiará a «terroristas» y «pedófilos»
Los Gobiernos de Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Japón, India, Estados Unidos y Reino Unido han emitido un comunicado conjunto en el que expresan su preocupación ante la aplicación por defecto del cifrado de extremo a extremo que Facebook planea implementar en su servicio de mensajería.
De acuerdo al documento, el cifrado de extremo a extremo «impide el acceso legal al contenido de las comunicaciones en cualquier circunstancia», hecho que crea «graves riesgos para la seguridad pública» y podría favorecer a los grupos terroristas y a las redes de pedofilia y explotación infantil.
Este sistema de encriptación, señalan los Gobiernos, mina la capacidad de Facebook para identificar y tomar acciones sobre las violaciones a sus términos de servicio, incluyendo actividades relacionadas con «la explotación y el abuso sexual de niños, los delitos violentos, la propaganda terrorista y la planificación de ataques».
Del mismo modo, las autoridades señalaron que perderán su capacidad de acceder a ciertos «contenidos en circunstancias cuando sea necesario», así como a «investigar delitos graves y proteger la seguridad nacional cuando exista autoridad legal para hacerlo».
Redes sociales y abuso sexual infantil
La alianza global WePROTECT, conformada por 98 Gobiernos, 39 de las empresas tecnológicas más importantes y 41 organizaciones de la sociedad civil, advirtieron en su Evaluación de la Amenaza Global de 2019 que «los medios de comunicación social de acceso público y las plataformas de comunicaciones siguen siendo los métodos más comunes» para contactar y arreglar reuniones con menores.
En este sentido, se estima que en 2018 el servicio de mensajería de Facebook presentó ante el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados estadounidenses «casi 12 millones de los 18,4 millones de informes mundiales» sobre material de abuso sexual infantil.
De implementarse por defecto el cifrado de extremo a extremo, será imposible recolectar este tipo de información, puesto que las herramientas utilizadas para identificar el material de abuso sexual infantil es ineficaz con este sistema de encriptación.
Ante este panorama, los Gobiernos firmantes aseguran que, si bien la privacidad y la seguridad en el ciberespacio deben ser protegidas, esa protección no debe garantizarse a expensas de imposibilitar tanto a las autoridades como al propio Facebook actuar en contra de actividades ilegales.
Frente a la polémica desatada por el nuevo sistema de encriptación, anunciado el año pasado sin que se determinara una fecha exacta para su aplicación, la compañía aseguró que «lidera la industria en la lucha contra el abuso infantil en línea», utilizando tecnologías basadas en inteligencia artificial y el aprendizaje automático, así como compartiendo información con varias organizaciones no gubernamentales y agencias oficiales.